El gobierno federal entregó al Sindicato Mexicano de Electricistas
(SME) una propuesta de reinserción laboral para 15 mil integrantes de esta
organización, en resistencia desde hace cinco años, tras el cierre de Luz y
Fuerza del Centro (LFC), debido a un decreto presidencial.
El plan gubernamental fue aceptado por la asamblea general del gremio el
pasado miércoles.
Consulto a la asamblea general si aceptamos la propuesta que hace el gobierno federal y que continúe la negociación a partir de los puntos específicos planteados en el documento, planteó un integrante del comité central sindical. La respuesta fue afirmativa casi por unanimidad de los asistentes a la asamblea; sólo cuatro electricistas votaron en contra.
La respuesta fue remitida ayer a la Secretaría de Gobernación (SG), por lo
que se prevé la instalación de una mesa de negociación definitiva a partir de la
semana entrante.
El conflicto empezó el 11 de octubre de 2009, cuando de manera intempestiva
el presidente de la República decretó la extinción de LFC, organismo que daba
servicio de energía eléctrica a la zona central del país. Con ello, casi 45 mil
trabajadores quedaron sin empleo; al paso de los años, 15 mil de ellos siguen en
resistencia, es decir, se niegan a cobrar la liquidación y exigen reinstalación
laboral.
La vía de solución al problema incluye el propio finiquito legal de todo lo
relacionado con LFC y que sean retomadas algunas de las instalaciones de la
empresa, como plantas de generación, fábricas y talleres.
El camino, a partir del análisis jurídico del tema, ya aceptado por los
electricistas, sería a partir de un nuevo patrón (de la iniciativa privada) o la
integración de cooperativas.
Es un esquema conjunto, una ruta firme para que se pueda resolver el regreso al trabajo de quienes no han aceptado su finiquito, y para proceder a la liquidación de LFC, que está pendiente, dijo el líder del SME, Martín Esparza, sindicato que en diciembre próximo cumple 100 años.
Es necesario, explicó en entrevista, “cuantificar los pasivos laborales, los
fondos derivados del contrato colectivo de trabajo para poder avanzar en la
reinserción de los sindicalizados. En el documento se dice que la generación de
electricidad ya no es un área estratégica del Estado, por lo que nosotros
decimos que las plantas de generación pueden servir para esta reinserción de los
trabajadores, así como las fábricas y los talleres.
El texto gubernamental, de 32 cuartillas, es un análisis jurídico. A partir de ello planteamos la necesidad de crear un fondo liquidador y después definir cuáles serían los activos de LFC donde se podrían reincorporar los trabajadores, precisó.
Este
fondo liquidador, dijo, sería construido con base en los pasivos laborales y en los fondos de reserva definidos en el contrato colectivo de trabajo, firmado con la extinta LFC .
Tenemos datos de que los pasivos laborales ascienden a 240 mil millones de pesos, de los cuales 80 mil millones corresponden a obligaciones del gobierno con los empleados. También hay fondos de aportaciones de los trabajadores que hicieron durante toda su vida laboral, dijo Esparza.
Es decir, si bien con la extinción de LFC se dio por terminada la relación
laboral, aun no se finiquita todo lo relacionado al contrato colectivo de
trabajo.
Fuente La Jornada