Martín Esparza Flores | Revista Siempre No. 3109
Cuidando
de ocultar el rostro de las firmas extranjeras que en el gobierno de
Felipe Calderón terminaron por adueñarse de la generación de energía
eléctrica en el país, el informe sexenal 2006-2012 de la Comisión
Federal de Electricidad (CFE) establece que una de las estrategias
planteadas en el sector fue la realización de inversiones privadas en
proyectos como la construcción de centrales de generación que,
tramposamente y según la pasada administración, “no constituyen
servicio público”.
De
tal suerte que los llamados Productores Independientes de Energía (PIE)
tuvieron la puerta abierta para hacer rentables y seguras inversiones a
través de la figura de los Pidigeras (Proyectos de Infraestructura con
Impacto Diferido en el Registro del Gasto), obteniendo de paso el
compromiso inquebrantable de la CFE para comprarles, al precio por
ellos convenido, la energía generada. Es decir, que la
desnacionalización y privatización del sector fue una de las prioridades
del expresidente.