El expresidente Ernesto Zedillo.
Foto: Xinhua / Rodrigo Oropeza
Foto: Xinhua / Rodrigo Oropeza
Según el ahora director de Fundación Azteca, el encuentro con Marcos, del que sólo estaba enterado Zedillo, se realizó el 5 de enero de 1995 en el poblado de Guadalupe Tepeyac, perteneciente al municipio de Pantelhó, Chiapas.
Rememora:
“Eran las 2 a.m. del 5 de enero de 1995. Estaba saliendo de mi casa rumbo a la selva lacandona. No enfrentaría un día común. Tenía una entrevista con el Subcomandante Marcos. Era en ese momento secretario de Gobernación y me iba a transportar a Guadalupe Tepeyac, sin seguridad alguna, a negociar la paz.
“Al voltear a ver a mi familia dormida, sentí la posibilidad de no volver a verlos. Entrar sólo como secretario, al cuartel general del EZLN, era un riesgo personal enorme, pero lograr un acuerdo de paz era un beneficio mayor para el país”.
Moctezuma Barragán cuenta luego que en el gobierno zedillista prevalecían dos posiciones encontradas en relación con el EZLN: la de quienes querían acabar con dicho grupo por la fuerza represiva y rápida “porque afectaba la economía”, y la de quienes estaban convencidos de una salida negociada.
“Esta última estrategia se definió entre el presidente Zedillo, el general secretario de la Defensa Nacional, Enrique Cervantes Aguirre, y el secretario de Gobernación”, relata.
A partir de esa reunión, Moctezuma Barragán recuerda que acordó con Zedillo un plan de acción. Todos los días –dice–le informaba al presidente sobre cada paso que daba, incluida mi búsqueda de un interlocutor para sentarme lo antes posible frente a Marcos.
No iba a ser el primer encuentro entre una representación gubernamental y Marcos. El propio exfuncionario cita que en 1994, Manuel Camacho se reunió con el EZLN en la Catedral de San Cristóbal de las Casas, rodeados con la protección del Ejército.
En su caso particular, cuenta que buscó una negociación sin la presencia de los medios de comunicación. “Me ofrecí a ir a Chiapas. Las cámaras vendrían después para informar, hablar con la prensa antes de que se geste un acuerdo no siempre es una buena idea”, refiere.
Amarrado el encuentro con Marcos, Moctezuma Barragán dice que la reunión se prolongó por más de tres horas. “Se trazó un proceso que llamamos `Pasos hacia la Paz` en donde ambas partes teníamos la obligación de cumplir con acuerdos específicos.
“Parte de mi compromiso fue que el Ejército se retirara de algunos puntos, como San Andrés Larráinzar y Marcos aceptó un grupo de ciudadanos que intervendrían en una negociación formal y abierta en un par de semanas más”.
De acuerdo con la versión del exsecretario de Gobernación, antes de regresar a la Ciudad de México puso al tanto a Zedillo de la situación y éste avaló el acuerdo porque, subraya, iba en la tónica de la estrategia y plan de acción definida previamente.
Tan es así, dice, que al día siguiente Marcos escribió: ‘Me amenaza el desempleo’, lo que significaba que avanzaba rápidamente la posibilidad de un acuerdo de paz, razona el ahora ejecutivo de TV Azteca.
Sin embargo, dice que de manera inexplicable, el presidente Zedillo “tomó una serie de decisiones que rompían totalmente con lo acordado con Marcos, al grado de enviar al Ejército a capturarlo con orden de aprehensión en mano”.
La respuesta de Marcos fue inmediata al enviarle el siguiente mensaje: “Nos vemos en el infierno”.
Concluye Moctezuma Barragán su relato:
“Después del 9 de febrero, esta situación me obligó a presentarle al Presidente, por primera vez, mi renuncia a la Secretaría de Gobernación. Lejos de aceptármela, me pidió reestablecer las condiciones de diálogo para llegar a una negociación”.
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