MISANTLA, Ver. (apro).- El candidato presidencial del PRI, Enrique Peña, fue aclamado y repudiado a un mismo tiempo en esta localidad enclavada en la sierra del norte de Veracruz.
Mientras los maestros –alrededor de
cinco mil– expresaban a gritos su apoyo al exgobernador mexiquense, los
estudiantes, colocados a menos de un kilómetro de distancia, le
manifestaban su rechazo a través de cartulinas.
Los primeros
gritaban “Peña presidente” y los segundos alzaban sus cartulinas en las
que se leía: “EPN, México no te quiere”, “Puedes callar mi voz, no
puedes callar mi vida”. Y, por si fuera poco, sobre sus rostros se
colocaron máscaras con la figura del expresidente Carlos Salinas de
Gortari.Peña Nieto escogió Misantla para celebrar el día del maestro, debido a que en este lugar nació quien fue considerado mártir de la educación: Alfonso Arroyo.
En su discurso, el candidato del PRI aseguró que aquí, en este sitio, están los maestros con quienes pretende hacer alianza, pues han sido ellos –añadió– “quienes han moldeado las generaciones de México”.
Reconoció que en México hay distintas maneras de pensar, pero este es el momento –dijo– de la reconciliación y de anteponer los intereses personales para trabajar todos unidos y “con libertad de pensamiento”.
Mientras decía eso, a aproximadamente ocho cuadras de distancia, una treintena de estudiantes encabezados por Luis Enrique Rufino Cuevas, originario de Misantla, exigían que el candidato saliera del municipio, al tiempo que gritaban: “Despierta Misantla” y “Peña, México no te quiere”.
Alejado de los inconformes y ensordecido por los gritos que los maestros lanzaban en apoyo a su líder sindical, Juan Tomas Calleja Arroyo, el priista ignoró las protestas de los jóvenes.
Tras manifestar que nadie puede ser dueño de verdades absolutas, se refirió a la dirigente vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Ester Gordillo, sin mencionarla por su nombre.
“Estoy convencido de que los maestros no le han dado a ningún partido político en particular el respaldo. Se equivocan quienes piensan lo contrario. Las maestras y los maestros elegirán libremente a quienes deseen que los gobierne, y yo aspiro y apelo a que me den su apoyo”, apuntó.
En esos momentos,
los maestros se arremolinaron para arrebatar gorras, paraguas y cientos
de botellas de agua a los delegados que llegaron al lugar para
distribuir los productos.
No escucharon nada de lo que dijo Peña
Nieto, pero le reclamaron mejores condiciones laborales. “El bono, el
salario, ¿cuando?”, se escuchó.
De inmediato el candidato del PRI
respondió que buscaría mejorar las condiciones de los maestros, pero los
aplausos no llegaron, lo que sí ocurrió cuando el líder de la sección
XXXII del SNTE, Tomás Calleja Arroyo, tomó el micrófono.“Ese es el tigre y el secretario de la sección 32 es su hijo, ellos son los jefes políticos y dictan con qué candidato vamos”, comentó uno de los maestros asistentes al encuentro, quien no dejaba de lanzar miradas entusiastas a su líder.
Calleja Arroyo sorprendió cuando dijo que ellos, los maestros ahí reunidos, formaban parte del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE y apoyan a Nieto en su totalidad. “Nuestra corriente es plural y respetamos las palabras del francés Voltaire cuando dice: ‘Estaré en contra de lo que digas, pero defenderé con la vida tu derecho a decirlo’”.
Y más: “Vamos hacer de ti, Enrique, nuestro presidente de la República”.
En respuesta, el exgobernador del Estado de México selló una nueva relación del PRI con el SNTE y limó asperezas con la dirigente nacional, al manifestar que el sindicato debe hacerse cargo de la defensa de los derechos de los trabajadores y la política educativa del Estado.
Luego pidió el respaldo de los mentores para establecer juntos los lineamientos de una nueva política económica.
El líder sindical respondió que están a favor de la evaluación al magisterio, siempre y cuando se les explique para qué y con qué intenciones se hace.
Añadió que en este sexenio “llevamos cuatro secretarios de Educación y ninguno nos ha explicado nada”. Después mencionó el nombre de cada uno ellos, pero cuando dijo el de Josefina Vázquez Mota, candidata del PAN a la presidencia, los maestros lanzaron una rechifla.
El dirigente aseguró que ninguno de los que estaba
ahí, con Peña Nieto, era acarreado, no obstante que en la calle Carlos
Salinas de Gortari estaban estacionados decenas de camiones en los que
fueron transportados los profesores asistentes al mitin del priista,
quien llegó al lugar con aproximadamente 40 minutos de retraso, por lo
que suspendió la actividad principal que lo llevó a ese cónclave
magisterial: la colocación de una ofrenda para el maestro Alonso Arroyo.
Al
pie de una pequeña estatua del maestro mártir, el candidato del PRI y
su esposa Angélica Rivero dejaron “plantados” a por lo menos 50
profesores que los esperaban.
No muy lejos de ahí, los jóvenes que
repudiaron a Peña Nieto seguían coreando “Misantla, despierta” y “Peña,
México no te quiere”. Hasta este poblado, el fantasma de los
estudiantes de la Ibero siguió al candidato priista, mientras que en
otro punto del estado –Córdoba–, jóvenes afines a Andrés Manuel López
Obrador, el aspirante presidencial de las izquierdas, se liaron a golpes
con seguidores del mexiquense.
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