“No queremos que la gente vote por un artista, por una cara bonita. Hay que utilizar la mente y apagar el televisor”, gritaba con enjundia un joven de barba tupida, de no más de 1.65 metros de estatura y mochila de universitario a la espalda.
La cita fue a las 12:00 horas. Conforme avanzaban los minutos, los jóvenes llegaban poco a poco en grupos de tres a cinco, un poco temerosos, un poco cohibidos. Reciente está en el imaginario colectivo la golpiza y brutal represión del pasado martes en la ciudad de Córdoba durante la visita del candidato presidencial, Enrique Peña Nieto.
Una docena de cartulinas blancas, rotuladas en plumón negro con mensajes como ¡No a la oligarquía, priista!, ¡No al retroceso!, ¡No Peña Nieto!, “Televisa, fábrica de ignorantes!, Soy estudiante, sé leer, tengo memoria!, “¡Yo no olvido mis clases de Historia!, conformaban la pasarela de cartulinas mostradas en todo lo alto por los estudiantes.
José, René, Isaías, Josué, Guillermo, Margarita, Nora, y los nombres siguen… los estudiantes dan entrevistas a los reporteros, se reservan apellidos, se guardan la escuela en la que estudian, discretos con su estatus social.
“Somos
estudiantes, salvo los que llegamos en grupo, no nos conocíamos antes,
fue a través de las redes sociales como organizamos esto”, dijo uno de
ellos.
Otro adelanta: Hoy marchamos en contra de Enrique Peña
Nieto, pero creo que el próximo 1 de julio tenemos la obligación y el
compromiso de ir a votar.Protesta breve, una hora con 60 minutos de consignas en contra del Revolucionario Institucional, marcha en el marco del respeto; no hubo priistas golpeadores, ni organismos represores.
En Xalapa la marcha se replicó: alrededor de 200
jóvenes salieron del Teatro del Estado y marcharon rumbo a la Plaza
Lerdo para lanzar consignas también en contra del candidato tricolor.
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