AMLO y su equipo. En busca de la impugnación.
Foto: Benjamin Flores
Foto: Benjamin Flores
Lo
dijo el jueves 12 en conferencia de prensa: el camino a seguir es el de
la resistencia civil, a contrapelo de lo que aconsejan algunos
perredistas, empresarios e incluso priistas. Ese día Andrés Manuel López
Obrador habló de las dos vías que tomará su movimiento. La primera,
documentar el cúmulo de irregularidades del proceso electoral; la
segunda, organizar nuevas movilizaciones en las calles para impedir que
Enrique Peña Nieto sea impuesto “por la minoría que domina el país”. En
entrevista con Proceso Jaime Cárdenas Gracia,
asesor jurídico del Movimiento Progresista, explica la estrategia
jurídica y califica el proceso electoral entero como “una simulación”.
A contracorriente de grupos de poder, gobernadores, empresarios, militantes del PRI y hasta miembros del PRD, quienes le piden aceptar la derrota para no romper con “la armonía del país”, Andrés Manuel López Obrador insiste en que el camino a seguir es el de la resistencia.
Ya
dio el primer paso al documentar ante las instancias electorales que sí
hubo fraude en la elección presidencial y ahora prepara las nuevas
movilizaciones en las calles para impedir, dice, que Enrique Peña Nieto
sea impuesto “por la minoría que domina el país”.
El jueves 12,
acompañado de Jesús Zambrano, dirigente del PRD, Luis Walton, del
Movimiento Ciudadano, y Alberto Anaya, del Partido del Trabajo, el
dirigente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que cuenta
con más de 4 millones de simpatizantes, llamó a los mexicanos a no
permitir que se viole impunemente la Constitución y se cancele la vía
democrática.En la conferencia de prensa de ese día López Obrador expresó: “No aceptemos que la corrupción domine por entero la vida nacional. Luchemos por el renacimiento moral de México”. Y definió su estrategia, que va en dos vías. La primera será impugnar la elección presidencial ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF); la segunda, salir a las calles para convocar a todos los ciudadanos a defender el voto.
El miércoles 11 en entrevista radiofónica respondió a quienes le piden aceptar el resultado de la elección: “No podemos ser cómplices de la corrupción. Pido disculpas por anticipado por las molestias que pueda provocar nuestra postura. Pero pierdan cuidado, voy a actuar pacífica y legalmente, sin violencia. Un dirigente puede poner en riesgo su vida pero no tiene derecho a poner en riesgo la vida de los demás”.
Junto con su equipo, encabezado por su asesor jurídico Jaime Cárdenas Gracia, insistió en que documentará las irregularidades electorales para demostrar que Peña Nieto no ganó.
(Extracto del reportaje que aparece esta semana en la revista Proceso 1863, ya en circulación)
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