Por: Jenaro Villamil | Homozapping
En febrero de 2014 se cumplieron tres décadas desde la firma del “acuerdo de coordinación” entre el secretario de Educación Pública en 1984, Jesús Reyes Heroles, y el entonces gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, para crear los “servicios de televisión cultural” que dieron origen finalmente a la Dirección General de Radio y Televisión Mexiquense.
Desde su origen, el sistema de medios públicos más costoso de una entidad federativa surgió como una decisión del Ejecutivo local. La creación de XHEGEM TV Mexiquense se concretó el 10 de julio de 1984, como un órgano desconcentrado permisionado, dependiente del gobernador mexiquense. Bastó un decreto, firmado por Del Mazo, para darle vida a este sistema, sin pasar por el Legislativo y menos por alguna otra instancia.
Para nadie era un secreto entonces que Del Mazo, “el hermano que nunca tuvo” el entonces presidente de la República, Miguel de la Madrid, aspiraba a ser integrante del gabinete federal y que la televisora se convertiría en un instrumento ideal para proyectar su imagen a nivel local.
Cualquier similitud con la historia de su sobrino, Enrique Peña Nieto, y con Eruviel Avila, el actual mandatario mexiquense, no es obra de la casualidad. Está en la naturaleza y el origen de TV Mexiquense. No se trataba de armar una televisora pública para una entidad de 15 millones de habitantes sino un instrumento de propaganda del gobernador en turno para sus ambiciones futuras y para sus relaciones políticas y mediáticas.
Con el paso de los años, pero especialmente a partir de la llegada de Arturo Montiel –otro gobernador con fuertes aspiraciones presidenciales-, de su sucesor y también sobrino, Enrique Peña Nieto, y de Eruviel Avila, a TV Mexiquense se le incorporó otra característica: el reciclaje de ex conductores de Grupo Televisa, o de periodistas y comentaristas que sirvieran como “publicistas”.
El caso más reciente y escandaloso, divulgado en los medios mexiquenses, fue la contratación del periodista Ricardo Alemán, columnista de El Universal y conductor de Foro TV, de Televisa, por una módica cantidad de 2 millones 250 mil pesos, a través de su empresa Comunícalo S.A. de C.V. Alemán produce el programa La Báscula, de una hora cada martes.
Datos del portal de transparencia indican que el 15 de mayo de 2012, la empresa de Alemán firmó un contrato por 650 mil pesos; el 14 de marzo de 2013 lo renovó por 800 mil pesos y luego por otra cantidad similar en enero de 2014, según el contrato AD/SRTVM/DAyF/001/13, otorgado por asignación directa. El concepto: “servicio de conducción, información, guiones y coordinación de invitados al programa La Báscula”.
Nadie sabe a ciencia cierta cuáles son los criterios para definir el costo de una producción en TV Mexiquense. Lo mismo pueden asignarse 42 mil pesos para un programa como fue Futbol en Casa, conducido por Juan Dosal, que 26 mil pesos para otro programa como Palabra Escrita.
Más del 60 por ciento de los programas tienen un índice de rating menor a 1 punto. Actualmente se ven repeticiones de programas como Plaza Sésamo, de Televisa, que reportajes de la televisión pública alemana Deutshe Welle, o programas matutinos de cocina y una barra matutina llamada De Buenas!
Para el 2014 el presupuesto de TV Mexiquense se elevó en 207 millones de pesos más, para completar 341 millones de pesos. No se sabe cómo se van a destinar estos recursos. En el Congreso local, la diputada panista Adriana Hinojosa Céspedes cuestionó este incremento porque no queda claro si es para promocionar la imagen del gobernador o utilizarlo como “caja chica”.
En sus emisiones informativas, TV Mexiquense tiene dos protagonistas heroicos: el gobernador Eruviel Avila y el Grupo de Rescate Aéreo Relámpagos, los mismos que protagonizaron el bochornoso episodio con la conductora de realitys de Televisa, Laura Bozzo. Y, por supuesto, las obras, discursos, logros del presidente Enrique Peña Nieto, mexiquense, ocupan un lugar privilegiado en la barra noticiosa.
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Con Del Mazo, TV Mexiquense inició transmisiones el 26 de septiembre de 1984, ante la presencia del presidente Miguel de la Madrid. El padrinazgo del Ejecutivo federal le dio el sello de la casa a la televisora: se trataba de ser “institucionales”. En lenguaje del priismo toluqueño: sumisos a la línea presidencial y, por ende, a la del gobernador.
El proyecto original contempló los canales 7 de Metepec, 10 de Zumpango, 6 de Amecameca y 7 del Valle de Cuautitlán, Texcoco. Se estimó que el canal cubriría los 21 municipios del Valle de Toluca con 200 mil tele-hogares y a través de sus repetidoras podía alcanzar hasta 1.5 millones de habitantes de entonces.
La programación se definió a partir de seis líneas operativas: “identidad estatal”, “promoción social”, “cultura y recreación”, “participación ciudadana”, “información y noticias” y “promoción institucional”.
No se trataba de crear rating sino de publicitar al mandatario en turno. El informe de evaluación del 12 de marzo de 1986 de TV Mexiquense así lo reportó:
“Especial mención merecen los mensajes de la obra de Gobierno, los que, particularmente en este año, se ha intensificado y cuidado a través de contenidos de alta calidad, cápsulas y mensajes informales. Los ejemplos más representativos fueron las transmisiones de los mensajes en torno al IV Informe de Gobierno, los cuales totalizaron 6:45 horas y las referentes a la Presea Estado de México”.
La promoción de la obra de gobierno ocupó el 10 por ciento de la programación; lo noticioso 11 por ciento; el entretenimiento el 47 por ciento, lo cultural el 24 por ciento, la participación social el 16 por ciento y la “identidad estatal” (lo que eso significara) apenas el 2 por ciento. (Evaluación y Perspectivas de Radio y Televisión Mexiquense, marzo de 1986).
En su estudio sobre TV Mexiquense, Jaime Cornelio Chaparro, advirtió que la libertad informativa que se tuvo en los noticiarios durante un tiempo, se modificó cuando Del Mazo se incorporó al gabinete federal y quedó como gobernador sustituto el entonces secretario de Finanzas, Alfredo Baranda García.
Las contradicciones y disputas al interior del organismo provocaron la renuncia del entonces director general Jorge Muñoz Estada. Era la coyuntura de la sucesión estatal y los hechos violentos ocurridos el 18 de marzo de 1987 en el municipio de Chimalhacán entre militantes priistas y panistas. Al gobierno no le gustó la cobertura que realizó el noticiario de TV Mexiquense.
Fueron dieciséis minutos de entrevista en vivo con el entonces candidato panista a la gubernatura Javier Paz Zarza. Algo intolerable para el ADN priista mexiquense.
La situación no mejoró sino que empeoró con Mario Ramón Beteta, el gobernador más desarraigado frente a los poderosos grupos políticos locales. Beteta, ex director de Pemex, llevó a funcionarios de la paraestatal, incluso a TV Mexiquense. No había relación entre producir petróleo y producir programas de televisión pública, pero Beteta así lo quiso.
Antes de su vergonzosa salida del gobierno, Beteta tuvo una participación quincenal en TV Mexiquense a través de un programa llamado Diálogos con el Gobernador. Se trataba de una transmisión previamente “arreglada” y producida, con llamadas del público escogidas, para cuidar la figura del gobernador en turno.
En 1988, después de que el PRI perdiera electoralmente el Estado de México, Beteta fue obligado a renunciar. En su lugar llegó como gobernador interino Ignacio Pichardo Pagaza, un político experto en operaciones políticas. Se propuso “recuperar” electoralmente el Estado de México y lo logró en 1991. La televisora simplemente fue un instrumento de este proyecto.
A Pichardo lo sucedió Emilio Chuayfett y éste, a su vez, dejó como interino a César Camacho Quiroz, el actual dirigente nacional del PRI. Durante este periodo, TV Mexiquense mejoró sus contenidos, pero no dejó de ser una emisora al servicio del gobernador en turno y del político mexiquense con aspiraciones a presidente de la República.
Con Arturo Montiel la situación se agudizó. El fue el primer mandatario estatal que destinó más recursos para su publicidad en los canales de Televisa y TV Azteca que presupuesto a TV Mexiquense.
Su sucesor, Enrique Peña Nieto, exacerbó esta práctica hasta llegar a la presidencia de la República. Los contenidos de TV Mexiquense incorporaron el estilo de la programación de Televisa, con programas de “entretenimiento” que eran réplicas mal hechas de las producciones del canal de las Estrellas. Se mantuvo algún margen de pluralidad, con programas de análisis político conducidos por Porfirio Muñoz Ledo, Fausto Zapata, Raúl Cremoux –actual director de Canal 22- o la barra de Mujeres en el Risco, donde participaron la ex perredista Rosario Robles –actual titular de Sedesol- o la periodista Tere Vale, ex concesionaria de la estación de radio Ondas del Lago.
En los tiempos de Eruviel Avila, TV Mexiquense modificó su programación, incorporó a más ex conductores que venían de la televisión privada y también se convirtió, él mismo, en un protagonista de los realitys televisados, como su pasado informe de gobierno.
Los rumores sobre la salida de Avila han sido continuos y crecientes. Se menciona que podrían darle una embajada o incorporarlo al gobierno federal. Es el ciclo clásico de los mandatarios mexiquenses: un gobernador electo débil que es sustituido por un interino más afín al grupo del presidente de la República en turno.
El riesgo es que en este juego, TV Mexiquense termine siendo una extensión de televisión presidencialista.
Fuente: RevistaZocalo
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