Clima Actual

Líneas Aéreas Comisión de Trabajo 2014 - 2015

Líneas Aéreas Comisión de Trabajo 2014 - 2015

lunes, 13 de febrero de 2012

Líder sindical vendió el contrato colectivo del IMSS, denuncian trabajadores

 
La Jornada

Lunes 13 de febrero de 2012
 
El Movimiento y Asamblea Nacional de Trabajadores y Coordinadora Nacional de Jubilados y Pensionados del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) sostuvieron que las autoridades laborales y Valdemar Gutiérrez Fregoso, dirigente del sindicato, ya acordaron la privatización de la institución y la terminación del contrato colectivo de trabajo (CCT).
Apuntaron que tres de las cuatro denuncias interpuestas ante las autoridades laborales por la ampliación ilegal del periodo de la actual dirigencia sindical fueron desechadas y esperan que en los próximos días se dictamine la última con referencia IV/38/ 2011.
La entrega del contrato colectivo de trabajo a cambio del control sindical por Valdemar es el pago a cambio de liquidar a todos los trabajadores, dijo Nicolás Serrato Meza, del Movimiento Nacional de Trabajadores del IMSS.
“Quieren reducir 50 por ciento las prestaciones con el argumento de que su costo equivale al uno por ciento del PIB. Responsabilizan a los trabajadores de la crisis del Seguro Social, cuando hace poco más de una década – antes del arribo del PAN a la Presidencia de la República– se afirmó que había institución para varios lustros. Ahora hasta se ha recurrido a las reservas de la institución, estimadas en 150 mil millones de pesos, para mantenerla. Eso es una forma subterránea de terminar con el IMSS”, agregó Eduardo Pérez Saucedo, del Frente Nacional de Trabajadores Activos y Jubilados.
En conferencia de prensa anunciaron que el 24 de febrero realizarán una movilización y que iniciarán foros estatales con la finalidad de rescatar al IMSS. Los resultados se entregarán a Andrés Manuel López Obrador para que incluya el rescate financiero del instituto en su propuesta de gobierno.
Felipe Meza, de la Asamblea Nacional de Trabajadores del instituto, comentó que Gutiérrez Fregoso ha provocado una mayor incertidumbre entre los 360 mil trabajadores sindicalizados al declarar: “no se preocupen, habrá IMSS hasta el 2013. Es evidente que hay acuerdos en lo oscurito. La privatización del IMSS también afectará a 52 millones de usuarios.
Expusieron que la marcha del 24 de febrero en la ciudad de México participarán trabajadores de Puebla, Tlaxcala, Morelos y estado de México, y en el interior del país cada delegación protestará por la deficiencia en el servicio médico causada por la política gubernamental y para frenar el despido de cientos de miles de trabajadores.
También denunciarán los castigos injustificados que está aplicando la comisión de honor y justicia del sindicato en contra de los trabajadores que están en contra de la dirigencia de Valdemar Gutiérrez. Fidel Pizaña Chávez, médico familiar, recibió un oficio en el que la dirigencia sindical le impuso una suspensión laboral por 16 días hábiles.
“Con eso tratan de desarticular las protestas en contra de la dirigencia sindical – que ha prolongado su periodo violando los estatutos-, pues en los oficios no se explican los motivos de la sanción. Ese tipo de sanciones se aplican a los trabajadores de cualquier nivel que exigen el cambio del comité ejecutivo”, abundó Abraham Cano.
Indignados por la situación, los disidentes del Comité Ejecutivo demandaron se audite a la actual y anteriores administraciones del IMSS y retiren las tomas de nota – documentos con los que se legitima legalmente a la dirigencia sindical- a Gutiérrez Fregoso.
IMSS

AMLO sería el mejor presidente de México, revela encuesta del ITAM

SDPnoticias.com

México.-Un estudio del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) sobre el panorama político en víspera de las elecciones de julio, coloca a Andrés Manuel López Obrador como el mejor presidente de México.
La pregunta que se lanzó a los encuestados fue “¿Quién sería el mejor presidente de México?”.
El 51% de los entrevistados (4607) respondió que el precandidato por la coalición Movimiento Progresista, que conforman los partidos de izquierda, mientras que el 37% (3345), dijo que sería Josefina Vázquez Mota, virtual candidata del Partido Acción Nacional (PAN), en la tercer posición está el precandidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, con el 12% (1045).
La encuesta, la cual es realizada en el portal del Instituto, arroja también que el 46% de los entrevistados consideran que López Obrador tiene la mayor posibilidad de ganar la elección; el 35% piensa que Vázquez Mota, y el 20% cree que es Peña Nieto quien obtendrá el triunfo.
En cuanto a la trayectoria de los aspirantes presidenciales, el 34% considera excelente la de Obrador, mientras que un 24% dijo que es mala.
Sobre Vázquez Mota, el 23% considera que su trayectoria es excelente, y el 31% dice que es mala.
En cuanto a Peña Nieto, sólo el 8% considera su trayectoria como excelente y el 56% la ve como mala.
Andrés Manuel López Obrador, que encabezará a los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (MC), en las elecciones de julio, también está en la delantera en cuanto a la opinión de los entrevistados sobre la capacidad de abordar los temas de Educación, Pobreza, Seguridad, Salud, Economía, Justicia y Energía.
Las respuestas para la pregunta “¿Cuánto confías en el trabajo profesional de cada candidato?” que lanzó el ITAM, son las siguientes:
El 35% dijo tener plena confianza en Andrés Manuel López Obrador, el 24% optó por Josefina Vázquez Mota, mientras el 8% se fue por Enrique Peña Nieto.
En la encuesta opinan ciudadanos mayores de 18 años de todos los estados de la República Mexicana.
Habitantes de Distrito Federal y el estado de México son quien han opinado mayoritariamente en la encuesta, en la que personas entre 31 y 35 años de edad encabezan la votación.
Son más los participantes que aseguran no tener preferencia partidista.

domingo, 12 de febrero de 2012

Usa la CFE artimañas y deja sin luz a comunidad en resistencia en Chiapas


 
La Jornada

Domingo 12 de febrero de 2012
 
El Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa de Tonalá, Chiapas, denunció que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) desmanteló un transformador en una comunidad en resistencia a las altas tarifas eléctricas, perteneciente al Consejo Autónomo  regional de la zona costa de  Chiapas. Se trata del poblado La Central (municipio de Pijijiapan), el cual se encuentra sin suministro eléctrico desde el pasado 3 de enero.
De acuerdo con información  recabada por el Digna Ochoa, en la fecha referida se presentaron empleados de la CFE en La Central, frente al domicilio del señor Belén Ovando, donde se ubicaba un transformador que abastecía de energía eléctrica a  20 familias. Al ver la presencia de los funcionarios, varios vecinos que se encuentran en resistencia civil en contra de las altas tarifas de luz preguntaron la razón de su visita. Los enviados de la paraestatal, mintiendo, argumentaron que traían orden para reparar el tendido eléctrico y que no causarían molestias ni realizarían cortes de luz.
Alrededor del mediodía, los trabajadores de la CFE bajaron  el transformador sin que los habitantes se dieran cuenta, hasta que minutos más tarde se percataron que el vehículo de la paraestatal se marchaba con dirección a Pijijiapan sin dar aviso a las autoridades del lugar ni a los vecinos perjudicados por estos actos, cuya intención es hostigar e intimidar a los integrantes de la resistencia civil.
El Digna Ochoa, así como el Consejo Autónomo Regional, exigen al gobierno federal, y especialmente al gobierno de Chiapas y a la CFE que se reinstale el transformador desmantelado en La Central. También demandan el cese de los actos de hostigamiento y provocación en contra de integrantes de la resistencia civil y que se garantice el derecho a la energía eléctrica. 
El Centro de Derechos Humanos de la costa chiapaneca considera que existe una clara violación a los derechos humanos de los integrantes del Consejo Autónomo regional, adherente de la otra campaña del EZLN, el cual está conformado por comunidades de Tonalá, Pijijiapan y Mapastepec desde el 13 de septiembre de 2006. Las comunidades en resistencia reivindican la  energía eléctrica como un derecho humano, exigen tarifas justas, y desde hace seis años se han declarado en resistencia al pago de la luz por los excesivos cobros de la CFE.

Eran soldados disfrazados

Los “policías federales” que tomaron las instalaciones de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro la noche del 10 de octubre de 2009 en realidad eran soldados disfrazados, según se desprende del testimonio de un teniente de zapadores que semanas después fue sometido a la justicia militar por “abandono de servicio de armas”. Marcos Gerardo Espinosa Pérez, quien hoy se encuentra libre bajo caución, comenta que así como esas mentiras del gobierno federal hay otras: por ejemplo, hablar de policías federales caídos cuando en realidad se trata de militares.
Eran las 11 de la noche del 10 de octubre de 2009 cuando varios batallones militares disfrazados de policías federales tomaron las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro en la Ciudad de México. Una hora después, justo a la medianoche, el gobierno calderonista anunció la extinción de la dependencia y adelantó su fusión operativa con la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Los militares tomaron de manera simultánea las instalaciones estratégicas de la compañía en varias entidades para evitar que los trabajadores boicotearan el suministro de energía eléctrica en el centro del país.
La noche de ese sábado 10 de octubre cientos de militares disfrazados de agentes de la Policía Federal (PF) llegaron al edificio de Marina Nacional y Circuito Interior en la Ciudad de México y se apoderaron del Centro de Operación y Control de Luz y Fuerza. Tras desalojar a una veintena de trabajadores ocuparon las oficinas administrativas y desplegaron un cerco ante una eventual embestida del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).
Dos días después, con base en datos de la Secretaría de Seguridad Pública, Reforma informó que efectivos de la Unidad para el Reestablecimiento del Orden Público supervisados desde un helicóptero por el comisionado de la PF, Facundo Rosas, tomaron las instalaciones en sólo cinco minutos. El funcionario reportó el operativo a su jefe Genaro García Luna en tiempo real.
Sin embargo, de acuerdo con un expediente de justicia militar elaborado a partir de los testimonios de algunos soldados que participaron en aquel sabadazo, las unidades militares fueron concentradas desde temprano en el Centro de Mando de la PF en Iztapalapa. Ahí, precisa el documento, se les dotó de uniformes de la PF nuevos y equipos antimotines.
El teniente de zapadores Marcos Gerardo Espinosa Pérez, en ese tiempo comandante en el Tercer Batallón de Ingenieros de Combate de Santa Lucía, Estado de México, expuso, por ejemplo, que él participó en las operaciones de resguardo de instalaciones en el Valle de México e Hidalgo. La participación de tropas del Ejército disfrazadas de policías federales, dijo, se prolongó varios meses:
Yo creía que eso era ilegal. Cuando me dijeron que iba como PF le pegunté a mi comandante si íbamos a reprimir una huelga. Y como somos un batallón de armas, entonces exigí mi nombramiento y sólo recibí una respuesta verbal: es una orden.”

Misión cumplida
Las imágenes de la incursión policiaca fueron ampliamente difundidas, en especial los videos entregados a El Universal, que los subió a su portal de internet un día después del operativo.
Los supuestos policías federales llegaron a las oficinas centrales de la empresa, en la capital del país, a bordo de patrullas y autobuses particulares. La ocupación se diseñó por medio del monitoreo de las cámaras de vigilancia urbana y se coordinó con sobrevuelos de helicópteros.
Tras su arribo al edificio de Luz y Fuerza, las tropas cercaron el inmueble. Minutos después llevaron varios tráileres con mamparas metálicas y en tres horas montaron un muro de contención. Luego los mil 500 elementos se desplegaron en el interior del inmueble y reforzaron la vigilancia en las zonas de acceso.
El testimonio del teniente Espinosa Pérez deja en claro que los supuestos policías federales en realidad eran soldados zapadores de combate entrenados en el uso de explosivos, apoyos logísticos, atrincheramientos y fortificaciones para enfrentamientos armados.
El despliegue militar se realizó del modo similar en las instalaciones de Luz y Fuerza del Distrito Federal, el Estado de México, Puebla, Morelos e Hidalgo. En ninguno de esos puntos encontraron resistencia.
En la Ciudad de México los integrantes del SME optaron por concentrarse en su edificio gremial, en Insurgentes Sur. Desde ahí los líderes llamaban a sus afiliados a no caer en provocaciones:
“La verdad, durante el tiempo que duré, lo único que hacían era que iban y colocaban sus mantas. Yo nunca vi que hubiera violencia ni agresiones como para enviarnos pues, aunque desarmados, somos soldados de armas. Ellos exigían lo que les correspondía, pues. Nunca nos agredieron”, según el reporte del teniente Espinosa.
–¿Usted ya estaba ahí como policía federal? –pregunta el reportero al militar.
–Nada más disfrazado, sin ningún oficio de comisión a la PF, con el mismo sueldo y 30 pesos (diarios) de raciones en cheque que teníamos que ir a cobrar a un banco (para adquirir alimentos).
–¿Cómo les pagaban la nómina?
–A unos en depósito y a otros en cheque, pero las raciones las manejaba un intendente, que nos daba un cheque que teníamos que cobrar en Banjército por ser comandantes de destacamento. Con el efectivo pagábamos a los soldados las raciones. Era lo único que nos daban.
Estábamos en condiciones infrahumanas. Los muchachos dormían en el suelo, principalmente en los baños, junto a las tazas o en las regaderas. Podían llevar algún colchón o cobija comprados con su dinero, pero no podíamos llevar ningún equipo militar, porque la misión era que nadie se diera cuenta de que éramos militares.”
–¿Cuántos elementos eran?
–Mi batallón estaba orgánico, desplegado. Unos 800 elementos, más otros regimientos. Por la zona militar había bastantes. Pero la orden era no dejarlos entrar (a los trabajadores) y que se mantuviera en secreto (que ellos eran soldados).
Sobre los 30 pesos de ración abunda:
“Es una cantidad que nos corresponde, pero como estábamos en esa situación, no sé si Luz y Fuerza o la CFE nos daban unos alimentos pagados; no sé de qué área del gobierno, y nos daban en especie.
“Fue de las cosas que nos daban en especie y eso también me obligó a exigir. Cuando es en especie, a veces faltan cosas, hay que procurarnos más cosas. Tampoco había sanidad, teníamos que conseguir algún medicamento… había muchos motivos urgentes y necesarios para salir (de las instalaciones).”
Durante los meses que estuvo disfrazado de policía federal, el teniente Espinosa fue removido a diferentes instalaciones: de Tultitlán y Ecatepec, en el Estado de México, a Tizayuca, Hidalgo. En ese último destino sus superiores encontraron un pretexto para someterlo a la justicia militar.

Los “crímenes” del teniente
En marzo de 2010 el teniente Espinosa Pérez había hecho varias observaciones a sus superiores sobre las condiciones en que estaban los soldados a su cargo. Acostumbrado a invertir de su bolsa, como la mayoría de los comandantes del Ejército, el teniente utilizaba su auto particular para desplazarse y se comunicaba únicamente con su teléfono celular.
Cuando explicaba las razones de sus salidas para ir a Banjército, comprar víveres para sus hombres o medicamentos, siempre se ponía en contacto con el mando a través de su teléfono. Una vez, estando en Tizayuca, perdió la comunicación porque se le acabó el saldo. Eso motivó que lo acusaran de abandono de servicio de armas.
“Mi salida de las instalaciones fue una necesidad. Todo comandante tiene la obligación de cumplir la misión, pero viendo por su gente. Para cumplirla se requieren factores de alimentación, comunicación, buena moral. La comunicación, cuando es mala, pone en riesgo la misión y a la gente. Uno puede hablar de un teléfono y se pueden captar cosas, alguien puede escuchar. La comunicación militar debe ser rápida, directa y segura.
“Yo no tenía comunicación, porque era mi teléfono personal, era del Valle de México y no tenía saldo. Perdí comunicación con el mando en la Ciudad de México. Cuando pude recargué 20 pesos; al regresar, ya me estaban esperando para llevarme a un Ministerio Público militar.”
Ante la fiscal castrense el teniente Espinosa explicó su situación y aprovechó para narrar el resto de las deficiencias, así como las condiciones en que él y sus subordinados se encontraban, en un intento por demostrar que no estaba en “un servicio de armas”, sino de disfraz. La fiscal recriminó al teniente; le dijo que no parecía educado en el Colegio Militar.
“Se lo dije ahí, lo he repetido en los juicios y lo sostengo: están muy equivocados si creen que ser del Colegio Militar implica estar callado, sumiso, aceptando injusticias. Debo ser disciplinado y honorable, por eso no puedo ser agachado”, advierte el entrevistado.
Por la falta de saldo, el teniente Espinosa Pérez es procesado en el Juzgado Cuarto Militar, donde se radicó el expediente 248/2010, en el que se hallan asentados documentales y testimonios que confirman la presencia militar con disfraz de PF en las instalaciones de Luz y Fuerza.
En mayo de 2010, dice, se trasladó a una base militar de Irapuato a visitar a su hijo de tres años procreado con una capitana odontóloga del Ejército. Había acordado con su pareja que visitaría al menor como cada semana, pero esa vez, cuando se aproximaba a la puerta de las instalaciones, la mujer gritó que se quería robar al menor.
Dice que los policías militares le pidieron detenerse. Él aceptó. Recuerda que comenzaron a llegar oficiales de más alto rango, hasta que el coronel José Raúl Celedón, juez militar, amenazó con procesarlo por insubordinación.
“Le dije que era una violación a mis derechos, pues en todo caso se trataba de un asunto familiar y yo tenía derecho de visita y convivencia con el niño. Pero así es en el Ejército, deciden hasta en derecho de familia”. El pequeño estaba asustado y lloraba, comenta, por lo que se lo regresó a su madre. La mujer no lo denunció.
Por esos días el teniente fue enviado a Miahuatlán, Oaxaca. Quedó bajo las órdenes de un amigo de Celedón, hasta que éste lo acusó de insubordinación por el incidente de Irapuato. El coronel dijo que Espinosa Pérez lo había amenazado de muerte.
“Con el poder que tienen los generales y conociendo al Ejército, ¿usted cree que por más enojado que estuviera iba a amenazar de muerte a un oficial”?, cuestiona el teniente.
Una patrulla de Policía Militar llegó por él en mayo de 2010 a Miahuatlán. Fue trasladado a la Ciudad de México donde además del proceso por abandono de servicio hoy enfrenta la causa 154/2010 en el Juzgado Sexto Militar. Desde el incidente en Irapuato no ha vuelto a ver a su hijo.

Montaje y negligencia
Disfrazar a militares de policías se ha vuelto una práctica común en el gobierno de Felipe Calderón, aun en los operativos contra el narco. El teniente Espinosa asegura que muchos de los muertos en esa guerra que se cuentan como elementos de la PF, en realidad eran soldados disfrazados.
Egresado del Heroico Colegio Militar, con 19 años de servicio y una hoja inmaculada hasta antes de su detención, Espinosa Pérez asegura que jamás tuvo problemas de ningún tipo, mucho menos deserciones, heridos o muertos entre sus hombres. Todo comenzó, dice, cuando lo enviaron al servicio de la PF que no le correspondía.
Hoy forma parte del Agrupamiento de Militares Procesados Libres Bajo Caución de la Primera Región Militar, asentado en el Campo Militar Número Uno.
Se describe como zapador, ciento por ciento de armas. Y cuenta: “Soy operativo. Le voy a comentar algo: muchos de los operativos, por falta de una cabeza lógica, sana y limpia, llegan a realizar asaltos. No se hace estudio de inteligencia. Matan y dicen que el muerto es narcotraficante. Todos sabemos que se debe hacer un estudio de inteligencia antes de hacer una tontería.
“He sido instructor en el Colegio Militar, también docente, siempre instruí lo mejor que pude. En el Ejército hay gente profesional, lo que falta es quitar lo arbitrario, lo corrupto y muchos vicios.”
–¿Cómo piensan los generales?
–Es una mentalidad muy negativa, cerrada y posesiva. Ellos mandan y se hace lo que dicen. Si un general se equivoca, vuelve a mandar; las consecuencias son siempre para los de abajo. Si uno es comandante y se te muere alguien, es tu culpa, no de quien dio la orden.
La situación de Espinosa Pérez es peculiar. Traído de Miahuatlán cuando se encontraba franco, no pudo recoger sus posesiones, pero le han exigido que porte uniforme, insignias y credenciales en las diligencias. No puede ir por ellas, pues si va más allá de 80 kilómetros se configura el delito de abandono de plaza. Si usa un uniforme ajeno, también es delito.
Asegura que en el caso de abandono de servicio, el juez ya se dio cuenta de que no era un destacamento de armas, que los documentos aportados por la fiscalía en su contra no tenían firmas ni sellos, que estaban hechos al vapor, incluso tenían fechas equivocadas.
“Yo, la verdad, sí pedí que me aclararan la situación (de la asignación a PF) porque creía que era una cosa ilegal. La huelga… la protesta es una cosa normal del trabajador que quiere defender su trabajo, y en el Ejército estamos para garantizar la seguridad interna y externa de la nación, no para reprimir trabajadores. Pienso que por eso empecé a tener problemas con el mando, porque no me gustaba someterme a esas órdenes.”

sábado, 11 de febrero de 2012

Denuncian de robo a empleado de CFE

www.lapoliciaca.com

Sonora, México.-Un sujeto el cual dijo ser empleado de una empresa federal, cometió varios robos en el sector de la colonia Flores Magón, según reporte de los vecinos.
De los hechos se tuvo conocimiento cuando a las 16:18 horas de ayer, al encontrarse los agentes municipales en recorrido de vigilancia por la calle Sofía Bretón, de la colonia Flores Magón, los abordó una persona de sexo masculino la cual les manifestó que por esa calle, minutos antes se encontraba un sujeto quien manifestaba ser empleado de la Comisión Federal de Electricidad y preguntaba por familias que pasaban corriente eléctrica a otros domicilios.
El reportante agregó que a quienes sorprendía en esta práctica les pedía dinero, amenazándolos con aplicarles una multa.
Varios vecinos señalaron al sujeto que identificaron con el apellido “Urías” como el que se apoderó de ropa variada que una mujer, de 30 años, tenía tendida en su casa, haciendo entrega la afectada de un folder con reportes supuestamente de la Comisión Federal de Electricidad y una relación con direcciones y medidores que dejó el sujeto cuando se apoderó de la ropa y otra mercancía en diferentes domicilios.
Así mismo, se orientó a la persona afectada a pasar a interponer su denuncia correspondiente ante la Agencia del Ministerio Público del Fuero Común para la averiguación.

Trabajo: entre la informalidad y la precariedad

La Jornada
 
De acuerdo con datos difundidos por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), el número de trabajadores ocupados en el sector informal superó los 14 millones de personas –casi 30 por ciento de la población económicamente activa– al concluir 2011. El instituto reporta también que 1.6 millones de personas ingresaron a la informalidad el año pasado, cifra muy superior a las 440 mil que ingresaron al empleo formal en el mismo periodo, si se toma como base el crecimiento de las cotizaciones del IMSS: es decir, durante 2011, por cada puesto de trabajo que se generó en el sector formal, se generaron cuatro en el informal.
Por añadidura, indicadores del propio Inegi obtenidos a partir de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo revelan que tres de cada 10 trabajadores perciben dos salarios mínimos o menos; casi uno de cada dos carece de acceso a instituciones públicas de salud, y cuatro de cada diez carecen de prestaciones laborales. En resumen, el último año de la actual administración federal arranca con un panorama más que desalentador: con un sector creciente de la población fuera del mercado de trabajo, y con empleos caracterizados por la inseguridad, los bajos niveles salariales y el incumplimiento de derechos laborales básicos, como el acceso a la seguridad social y la jubilación.
Menguado orgullo puede representar para el actual gobierno federal el que el país detente una de las tasas de desempleo más bajas del mundo, como recurrentemente presume el discurso oficial, cuando ello va aparejado al ensanchamiento de la informalidad y la precariedad laborales; a una creciente fragilidad de la economía mexicana, en consecuencia, y a un deterioro generalizado de las condiciones de vida de la población. En todo caso, sería mucho más preciso decir que la vasta porción de mexicanos en edad laboral enfrenta la disyuntiva nada favorable entre el desempleo y los trabajos precarios, inestables y mal pagados.
Es difícil no establecer un vínculo causal entre este deterioro de las condiciones laborales en el país y la continuidad del modelo económico vigente, el cual privilegia al capital especulativo sobre el desarrollo de actividades productivas; exige el abaratamiento de la mano de obra para hacer al país atractivo a las inversiones; demanda políticas de contención salarial con el argumento de combatir la inflación e imposibilita el desarrollo de la economía y el mercado internos, dos elementos imprescindibles para el aumento de empleos dignos y bien remunerados. Según puede verse, la persistencia en un rumbo económico que colisiona con los intereses nacionales ha tenido el efecto de un cambio estructural en el mercado de trabajo, en el que el empleo informal deja de ser una alternativa para los trabajadores y comienza a volverse una regla.
Hasta ahora, el ensanchamiento de la informalidad ha representado –junto con la emigración indocumentada a Estados Unidos– una válvula de escape a la desesperanza y la zozobra de amplios sectores de la población, pero el gobierno no puede aspirar a que tal situación perdure por mucho tiempo sin que se configuren escenarios de descontento social. Bien harían las autoridades nacionales en verse reflejadas en el espejo de Grecia, país con índices de trabajo informal similares a los de México, y en donde los empeños por precarizar más las condiciones y satisfacer las exigencias de la llamada troika europea de trabajo han derivado en escenarios de estallido social. En esta circunstancia, la reorientación de la política económica, la reactivación de la economía y el consumo internos, y la procuración de los derechos laborales son elementos de obvia necesidad para garantizar la estabilidad económica, política y social de la nación.

Ruido en parque eólico de CFE supera en casi 50% el nivel "permitido por la OMS"

La Jornada
Sábado 11 de febrero de 2012, p. 18
El parque eólico (PE) La Venta, de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que opera en el istmo de Tehuantepec, Oaxaca, produce niveles de ruido de 91.8 decibeles (dB) a 500 metros de los aerogeneradores.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el límite superior deseable para el ser humano es de 50 dB, señaló el ingeniero electrónico Jesús Aquino Toledo, quien realizó un estudio al respecto, preocupado porque en Unión Hidalgo, su tierra natal, se está construyendo un PE con 114 aerogeneradores.
En el estudio Guías para el ruido urbano, la OMS indica que los altos niveles de ruido producen enfermedades como deficiencia auditiva, transtorno del sueño y reposo; efectos sicofisiológicos sobre la salud mental y el rendimiento, efectos sobre el comportamiento e incluso problemas cardiacos.
En comunicación enviada al presidente municipal de Unión Hidalgo, Carlos Villalobos, con copia al gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, Aquino Toledo le informa que el 22 de diciembre de 2011 realizó el referido estudio técnico con un sonómetro y micrófono Quest, que cumplen con la norma ANSI S1.4, los cuales tiene un margen de error de 0.2 dB, encontrando que en el punto donde está instalado el aerogenerador el nivel de ruido es de 94.2 dB, a 25 metros de distancia es de 93.9 dB, a 300 metros es de 92.3 y a 500, de 91.8.
Con estos valores se comprueba que el nivel de ruido existente en el parque eólico La Venta, de Juchitán, Oaxaca, es muy alto de acuerdo con las normas de salud a nivel auditivo, afirma, manifestando su preocupación por la instalación –en breve– en Unión Hidalgo de equipos de casi 100 metros de altura con potencia de dos megavatios cada aerogenerador, con una capacidad total de 228 Mv, a lo que se aúnan los daños a la salud que ocasiona el enorme campo electromagnético originado por las líneas de transmisión de alta tensión para el transporte de la energía eléctrica.

FotoEn otro orden, el pasado día 8 se instaló una mesa de negociaciones, con mediación del gobierno de Oaxaca, entre 39 indígenas propietarios de tierras en Unión Hidalgo y representantes de la empresa Demex, filial de la española Renovalia, a la que arrendaron sus tierras para el PE, pero la actitud de la empresa ha sido poco colaboradora con quienes desean terminar anticipadamente el citado contrato de arrendamiento, informó Alejandra Ancheita, de Prodesc, organización que acompaña la lucha de los propietarios de las tierras.
Maribel Gutiérrez, asesora legal de la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio, indicó que Demex envió asesores legales externos que desconocen el problema de la violación del derecho a la consulta, las intimidaciones y agresiones de que han sido víctimas los propietarios de Unión Hidalgo, por lo que solicitaron que a la próxima reunión –el 25 de febrero– acuda el director de Demex, así como los responsables de derechos humanos y de asuntos indígenas del gobierno del estado.

viernes, 10 de febrero de 2012

Queda prensado empleado de CFE

www.lapoliciaca.com

Dos empleados de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) chocaron la camioneta de la compañía en un camino de terracería. Uno quedó prensado.
El accidente ocurrió alrededor de las 9 de la noche al pasar el entronque de la carretera Los Ramírez-Santa Ana del Conde.
Testigos aseguraron a las autoridades que el vehículo era conducido a exceso de velocidad.
Aseguraron también que había poca visibilidad por falta de alumbrado público, por lo que los trabajadores que circulaban por la carretera a Los Ramírez no se dieron cuenta de que el camino terminaba. La camioneta cayó en una zanja.
Automovilistas dieron aviso a la Cruz Roja.
Además de rescatistas llegaron al lugar empleados de la CFE, quienes identificaron a sus compañeros y señalaron que ambos se encontraban brindando un servicio en la comunidad Guadalupe Victoria.
Juan José Martínez, de 36 años, conducía la camioneta; resultó con dolor muscular, golpes en diferentes partes del cuerpo y un posible fractura en el pie.
Su compañero Alan de Jesús Ornelas, quedó prensado entre el asiento del copiloto y el tablero, y fue rescatado por paramédicos de la Cruz Roja.
Los lesionados fueron trasladados a una clínica particular.
Chocan rescatistas
Elementos de Protección Civil que acudían a auxiliar a los trabajadores de la CFE accidentados, chocaron con un taxi en el bulevar Hermanos Aldama, unas cuadras antes de llegar al cruce con el Torres Landa.
Cinco elementos quedaron lesionados y fueron atendidos por paramédicos de Bomberos que los llevaron a la clínica T-21 del Seguro Social, donde se reportan estables.