La Jornada
Viernes 27 de abril de 2012
El pleno del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) aprobó ayer en asamblea y por unanimidad la constitución de la
junta provisional promotora de una nueva central de trabajadores, que será democrática, clasista e independiente, que aglutinará a diversas corrientes del sindicalismo independiente y, además, lanzará una
agresiva campaña para organizar a todos los sectores sociales explotados y oprimidos por el capitalismo.
En dicha asamblea, los electricistas en resistencia entregaron un
reconocimiento al catedrático y escritor Pablo González Casanova, por
ser un
delegado fraterno y apoyar la lucha del SME. El sociólogo, por su parte, entregó a este sindicato un proyecto de lo que podría ser el marco teórico ideológico de la nueva central de trabajadores, como punto de partida para la construcción de este organismo y titulado Por una nueva organización de los trabajadores.
González Casanova, como el líder del sindicato, Martín Esparza, y el
secretario del exterior, Humberto Montes de Oca, coincidieron en señalar
que la conformación de esta nueva representación obrera es un
hecho históricoque dará unidad y fuerza al sector, tan golpeado por los gobiernos panistas.
En el acto llevado a cabo en el auditorio del SME se informó que
hasta el momento integrarían esta central, además del SME, el sindicato
de trabajadores mineros; las secciones democráticas del sindicato
nacional de trabajadores de la educación de los estados de Michoacán
(18), Oaxaca (22) y la capital (9); la Alianza de Tranviarios; los
sindicatos de Trabajadores del Transporte de Pasajeros del Distrito
Federal; de Trabajadores Académicos de la Universidad Autónoma de
Chapingo; el Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma
Metropolitana; el Consejo Nacional de Trabajadores; el Independiente del
Metro, entre otros.
Además participaron diversas corrientes democráticas de
sindicatos burocratizados, abogados democráticos y organizaciones
laboralistas, en el entendido de que se está en proceso de construcción y
adhesión al organismo. Se estima que para sus comienzos este organismo
con una fuerza laboral superior al medio millón de agremiados, según apuntó Montes de Oca.
El proyecto de González Casanova plantea que la nueva central obrera
tendrá que rescatar las mejores luchas de los discriminados y
desprotegidos; defender las garantías y derechos constitucionales de los
trabajadores mexicanos; luchar contra la cultura del oportunismo, por
las garantías de pueblos indios, la articulación de trabajadores
industriales, promover la unión de trabajadores organizados y no
organizados, entre otros.
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