También manifestó su deseo de “proyectar políticamente este movimiento, porque por primera vez, una demanda sectorial pasó a ser un movimiento social que incluye a muchos sectores”.
Después de cerca de seis meses de protestas, el movimiento estudiantil, que demanda una educación pública gratuita, sigue marcando la agenda política del país. Este martes se inicia un nuevo paro de 48 horas.
Estudiantes, profesores, ambientalistas y la Central Unitaria de Trabajadores, uno de los principales sindicatos chilenos, secundan la protesta, que tendrá su acto principal en las manifestaciones convocadas para el miércoles por la tarde.
En vísperas de estas jornadas de movilización, BBC Mundo habló en París con Camila Vallejo, una de las caras visibles del movimiento.
Vallejo, de 22 años y estudiante de Geografía, se encuentra en Europa junto a otros tres representantes estudiantiles chilenos desde el viernes para exponer sus demandas e intentar “internacionalizar” el movimiento.
- Viajaron a Europa para reunirse con instituciones internacionales e intelectuales. ¿De los consejos que les han dado los intelectuales, cuál es el que más le ha gustado?
El filósofo Edgard Morin nos dio confianza. Nos dijo que la educación superior no puede estar legada al mercado, sino que tiene que garantizarse una educación pública porque los países la necesitan para su desarrollo.
Y Stéphane Hessel (el autor del libro “¡Indignaos!”) nos empujó a fortalecer las comunicaciones y la instalación de nuestras ideas a nivel mundial, a difundir nuestras propuestas por todos los medios.
- Hablando de Stéphane Hessel ¿cree que el movimiento estudiantil chileno entronca de alguna manera con los movimientos sociales como los indignados y Occupy Wall Street?
- El movimiento estudiantil chileno no parte de los indignados. No es un movimiento espontáneo, sino un proceso largo basado en un análisis profundo de lo que sucede en Chile, de la injusticia.
Entendemos la lucha de los indignados, pero en Chile pasamos la etapa del descontento. Ahora, hay que mirar enfrente y construir una alternativa para el país.
- Teniendo en cuenta que ya existen protestas estudiantiles en otros países ¿cómo cree que se puede internacionalizar el movimiento?
- Los diferentes movimientos – en Chile, Colombia, Brasil, Francia, España – no surgen por copia, sino que tienen particularidades.
Pero se visualizan como un todo. Es la lucha de quienes han despertado para construir un modelo de sociedad distinto a nivel nacional e internacional. Existe una coherencia, que es una resistencia a un modelo privatizador o un avance hacia la conquista de este derecho.
En Francia, nos reunimos con la UNEF (Unión Nacional de los Estudiantes de Francia). Nos dieron cuenta de la concientización que están haciendo para resistir la privatización encubierta que está generando el gobierno. Estamos en distintos procesos, pero tenemos los mismos objetivos, y existen lazos de solidaridad internacional entre la juventud.
-¿Qué modelo educativo contempla para Chile?
Ningún estudiante ha querido copiar nada. Chile piensa en un modelo propio, que permita la integración de todos y que sea gratuito. Queremos una educación que pueda transformar la sociedad y de la que salgan profesionales capaces de construir la democracia.
- ¿Cómo ve el futuro del movimiento estudiantil?
El movimiento estudiantil se debate en una coyuntura determinante, después de cinco meses de movilización. Hay que pensar en cómo avanzar de forma táctica para que siga.
Hoy en día, está roto el diálogo con el gobierno. Va a trabajar las reformas de las de becas estudiantiles y nos está excluyendo de esta discusión, que quiere pasar al Parlamento.
Así que, por más que no confiemos en el Parlamento, vamos a tener que hacer un trabajo hacia ellos. Queremos que no legisle la ley de presupuesto de la nación mientras no hayan proyectos de ley que sean de mutuo acuerdo con los estudiantes en materia educacional.
- ¿No piensa que su protagonismo va en detrimento del movimiento estudiantil en su conjunto?
La personificación del movimiento se debe a los políticos y los medios de comunicación. Es una estrategia que se utiliza muy frecuentemente con los que se levantan con reivindicaciones sociales. En Chile se aplica mucho, y creo que en otros países del mundo también.
En Cuba se habla de castrismo, en Venezuela de chavismo. Todo se personifica con los supuestos líderes, y no se ve que es un proceso compartido por mayoría. En el fondo se les trata de destruir para de paso derribar al movimiento.
Así hemos estado como más vulnerables. Me han acusado de estar manipulada por el partido comunista, de cobrar por las entrevistas que doy. Me han dicho que estoy lucrando con todo esto.
- Está a punto de titularse. ¿Piensa seguir con el movimiento a pesar de ello?
En tema estudiantil, voy a seguir participando, dependiendo de las próximas elecciones de la FECh. Vamos a estar construyendo, con todos mis compañeros que no son cara visible. Y queremos proyectar políticamente este movimiento, porque por primera vez, una demanda sectorial pasó a ser un movimiento social que incluye a muchos sectores.
- ¿Piensa en una carrera política?
Yo soy militante, estoy dispuesta a ponerme a disposición de las necesidades de construcción que tenga tanto este movimiento, como otro.
En el ámbito de las próximas elecciones, creo que no es algo particular mío, sino que los jóvenes tienen que inscribirse en los registros electorales como candidatos a concejal. Que vayan a disputar los municipios a la derecha, o a quienes no están de acuerdo con responder a nuestros planteamientos que son justos.
Ahora los jóvenes se están interesando en la política, y tienen que asumir esta responsabilidad. Tenemos que hacernos cargo y llevar un proyecto construido participativamente. Y por eso tenemos que tener vocación de poder, pero en el buen sentido de la palabra.
www.colarebo.org
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