En el país, 64% de trabajadores no completan la canasta básica

La Jornada

La extrema dependencia comercial de México con Estados Unidos es uno de los principales motivos que atan al país a factores ajenos a su economía, e incluso ha hecho que los índices de pobreza e indigencia aumenten, como advirtió en días recientes la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Afirmaron lo anterior académicos especializados en el tema, quienes señalaron que, lejos de ser una nación que se dirige a ser mayoritariamente de clase media, como afirmó el ex secretario de Hacienda Ernesto Cordero, México es uno de los países del subcontinente donde resulta más difícil acceder a la canasta básica de alimentos.
Alicia Girón, integrante del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), enfatizó que uno de los problemas nacionales más graves es que sus ciclos productivos fueron reorientados totalmente desde 1994, a raíz del Tratado de Libre Comercio (TLC), para hacerlos coincidir con los de Washington.
La consecuencia de ello –señaló– es que se ha creado una interdependencia muy profunda que ata el crecimiento del país al del vecino del norte –a donde dirige 80 por ciento de sus exportaciones–, pero también lo deja expuesto a las recesiones del otro lado de la frontera. Lo que debe hacer México es lograr un gran acuerdo nacional para sentarse a renegociar algunas partes del TLC, sobre todo en áreas que deben ser protegidas, como el campo. Ese es un tema que los candidatos presidenciales deberían considerar para abatir la pobreza.

Por su parte, Luis Lozano, coordinador del Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM, aseveró que los números de la Cepal sobre México son muy reales, y que de acuerdo con otros estudios sobre el tema, 64 por ciento de la población económicamente activa del país no alcanza a cubrir la canasta básica recomendable, por su bajo nivel de ingresos.
A lo anterior se suma que el número de mexicanos que tienen problemas para allegarse de bienes o servicios básicos llegaría a 85 millones. El dato real de la pobreza es ése, pero el gobierno tiene un manejo ficticio de los números. En realidad se ha incrementado la cantidad de pobres y han bajado los empleos bien remunerados. Consideró que Ernesto Cordero es un verdadero imbécil al afirmar que el país ya es de renta media, puesto que dicho índice se alcanza cuando una persona puede cubrir 80 por ciento de las necesidades de su familia.