AFP
París. La bandera palestina fue izada este martes por primera vez en una organización de la ONU -la sede de la Unesco en París- después de que Palestina fuera admitida el 31 de octubre como miembro pleno a pesar de la ira y las represalias de Estados Unidos e Israel.
A las 11:07 GMT, bajo una intensa lluvia, la bandera formada por un triángulo rojo y tres bandas horizontales de color negro, blanco y verde se izó en una ceremonia solemne en presencia del presidente palestino, Mahmoud Abbas, y de la directora general de la Unesco, Irina Bokova.
En el mismo momento sonó el himno palestino en los pasillos de la sede de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), bajo los aplausos de los numerosos delegados nacionales presentes.
"Es una fiesta para nosotros, es una victoria. Ahora esperamos que la ONU reconozca el estado palestino como tal. Será más difícil pero se hará algún día", afirmó Abdelnaser Fakawy, responsable en Francia del Fatah, el partido de Abbas.
El pasado 31 de octubre, los palestinos lograron una victoria diplomática de gran fuerza simbólica al convertirse en el país número 195 de la Unesco, en una votación de la Conferencia General que sólo registró 14 votos en contra.
La adhesión a la Unesco permitirá a Palestina pedir el reconocimiento como Patrimonio Mundial de la Humanidad de 20 yacimientos arqueológicos, entre ellos la Basílica de la Natividad, que los palestinos quieren ver reconocida en 2012.
La tumba del profeta Abraham en Hebrón, un lugar santo tanto para los judíos como para los musulmanes, es otro de los lugares en la lista.
El ingreso de Palestina en la Unesco desató la ira de Estados Unidos, que considera que la adhesión de los palestinos a las organizaciones internacionales no puede hacerse antes de firmar un acuerdo de paz con Israel.
Washington anunció, en consecuencia, la suspensión del financiamiento de la Unesco, siguiendo dos leyes estadunidenses que prohíben a la Casa Blanca financiar una agencia de la ONU que reconozca a los palestinos como Estado.
Esa decisión privará a la organización de 22 por ciento de su presupuesto, lo que supone unos 65 millones de dólares en 2011 y otros 143 millones de dólares en 2012-2013.
La directora general, Irina Bokova, ya anunció un plan de recortes sustanciales, aunque algunos países prometieron contribuciones excepcionales, como Indonesia (10 millones de dólares) y Gabón (2 millones de dólares).
Tras el voto de admisión, Israel anunció como represalia una aceleración del proceso de colonización en Jerusalén Este y en Cisjordania y un bloqueo del traspaso de fondos a la Autoridad Palestina que preside Mahmoud Abbas.
Pero finalmente el Estado hebreo cedió a la presión internacional y desbloqueó los fondos, que representan dos tercios de los ingresos propios de la Autoridad, provenientes de los aranceles aduaneros y del IVA que se recauda sobre las mercancías destinadas a los palestinos que transitan por Israel.
La adhesión de Palestina a la Unesco no tuvo por el momento consecuencias en su largo proceso para integrarse a la ONU, un objetivo difícil, pero al que la Autoridad Palestina no quiere renunciar.
Según varios expertos, los dirigentes palestinos se abstendrán de pedir una votación en el Consejo de Seguridad mientras no estén seguros de contar con nueve de los 15 votos necesarios para su candidatura, lo que obligaría a Estados Unidos a oponer su veto.
Mahmoud Abbas tiene también previsto entrevistarse este martes con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, cuyo país votó de forma inesperada a favor de la admisión de Palestina en la Unesco.
A las 11:07 GMT, bajo una intensa lluvia, la bandera formada por un triángulo rojo y tres bandas horizontales de color negro, blanco y verde se izó en una ceremonia solemne en presencia del presidente palestino, Mahmoud Abbas, y de la directora general de la Unesco, Irina Bokova.
En el mismo momento sonó el himno palestino en los pasillos de la sede de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), bajo los aplausos de los numerosos delegados nacionales presentes.
"Es una fiesta para nosotros, es una victoria. Ahora esperamos que la ONU reconozca el estado palestino como tal. Será más difícil pero se hará algún día", afirmó Abdelnaser Fakawy, responsable en Francia del Fatah, el partido de Abbas.
El pasado 31 de octubre, los palestinos lograron una victoria diplomática de gran fuerza simbólica al convertirse en el país número 195 de la Unesco, en una votación de la Conferencia General que sólo registró 14 votos en contra.
La adhesión a la Unesco permitirá a Palestina pedir el reconocimiento como Patrimonio Mundial de la Humanidad de 20 yacimientos arqueológicos, entre ellos la Basílica de la Natividad, que los palestinos quieren ver reconocida en 2012.
La tumba del profeta Abraham en Hebrón, un lugar santo tanto para los judíos como para los musulmanes, es otro de los lugares en la lista.
El ingreso de Palestina en la Unesco desató la ira de Estados Unidos, que considera que la adhesión de los palestinos a las organizaciones internacionales no puede hacerse antes de firmar un acuerdo de paz con Israel.
Washington anunció, en consecuencia, la suspensión del financiamiento de la Unesco, siguiendo dos leyes estadunidenses que prohíben a la Casa Blanca financiar una agencia de la ONU que reconozca a los palestinos como Estado.
Esa decisión privará a la organización de 22 por ciento de su presupuesto, lo que supone unos 65 millones de dólares en 2011 y otros 143 millones de dólares en 2012-2013.
La directora general, Irina Bokova, ya anunció un plan de recortes sustanciales, aunque algunos países prometieron contribuciones excepcionales, como Indonesia (10 millones de dólares) y Gabón (2 millones de dólares).
Tras el voto de admisión, Israel anunció como represalia una aceleración del proceso de colonización en Jerusalén Este y en Cisjordania y un bloqueo del traspaso de fondos a la Autoridad Palestina que preside Mahmoud Abbas.
Pero finalmente el Estado hebreo cedió a la presión internacional y desbloqueó los fondos, que representan dos tercios de los ingresos propios de la Autoridad, provenientes de los aranceles aduaneros y del IVA que se recauda sobre las mercancías destinadas a los palestinos que transitan por Israel.
La adhesión de Palestina a la Unesco no tuvo por el momento consecuencias en su largo proceso para integrarse a la ONU, un objetivo difícil, pero al que la Autoridad Palestina no quiere renunciar.
Según varios expertos, los dirigentes palestinos se abstendrán de pedir una votación en el Consejo de Seguridad mientras no estén seguros de contar con nueve de los 15 votos necesarios para su candidatura, lo que obligaría a Estados Unidos a oponer su veto.
Mahmoud Abbas tiene también previsto entrevistarse este martes con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, cuyo país votó de forma inesperada a favor de la admisión de Palestina en la Unesco.
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