Pobladores acusan que miembros del grupo Paz y Justicia no dejan que se hagan las reparaciones y los acusan ante la CFE de ser los responsables del desperfecto.
Hermann Bellinghausen, enviado. La jornada en línea
Publicado: 31/05/2012
Publicado: 31/05/2012
San Cristóbal de las Casas, Chis. Los representantes de las comunidades en resistencia integrantes de la organización Pueblos Unidos por la Defensa de la Energía Eléctrica (PUDEE), adherentes a la Otra Campaña en los municipios de Tila, Sabanilla, Tumbalá, Yajalón y Salto de Agua, denunciaron a “los grupos paramilitares de Paz y Justicia" que operan en la zona norte, específicamente en la comunidad de Jolnopá Guadalupe (Tila), liderados por Efraín Encino Parcero, Roberto López Vázquez, Luciano Martínez Encino y Bernardo Encino García, hoy delegados y operadores del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), en alianza con el Revolucionario Institucional (PRI), al que pertenecieron anteriormente.
Refieren que el 7 de mayo “se quemaron un transformador y un cable que suministra la energía eléctrica, a causa de inclemencias del tiempo” cerca de la casa del mencionado Encino Parcero. “Llevamos tres semanas sin suministro de energía eléctrica. Desde esa fecha nuestros compañeros en resistencia han sido amenazados y hostigados por estos paramilitares. Nuestros compañeros se han organizado y cooperado para componer el desperfecto. Los paramilitares, que no dejan que se hagan las reparaciones, han estado en contacto e informando a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que somos los responsables, cuando en realidad no hubo responsables”. Los técnicos de CFE “únicamente llegaron a ver, no hicieron nada por reparar”.
El 25 de mayo se presentó de nuevo personal de CFE para cortar el bajante de un miembro de PUDEE, dejándolo sobre el techo de una casa, “y amenazaron con dejar sin luz a nuestros compañeros en resistencia y bases de apoyo del EZLN” argumentando “órdenes del gobierno”.
La población en resistencia responsabiliza “a estos paramilitares de Paz y Justicia, que siempre han operado en dicha comunidad y en la zona norte, en complicidad con los malos gobiernos y los partidos políticos”.
En una ayuda de memoria, PUDEE destaca que esos grupos “son los autores materiales e intelectuales de los asesinatos en la zona baja de Tila y en otros municipios durante 1995 y 1996”, y particularmente son quienes realizaron un atentado contra la caravana del obispo Samuel Ruiz cuando regresaba de una visita pastoral en Jolnopá Guadalupe.
También se les atribuye haber dividido la comunidad mediante un cisma “católico” cuando establecieron el templo de San Pedro en la carretera Tila-Limar. “Forman parte de la contrainsurgencia creada por los malos gobiernos, y tratan de obstruir la construcción de la autonomía de los pueblos”.
Señalan que el líder Encino Parcero “es comisionista de la comunidad y condiciona a las señoras que cobran el programa Oportunidades”, mientras “evidencia y se burla de los que resisten al pago de energía eléctrica”.
Con “su propio agente rural”, el grupo “opera conjuntamente con la autoridad municipal, estatal y federal”.
PUDEE exige a CFE el reestablecimiento del servicio y la intervención de las autoridades correspondientes “para evitar confrontaciones y que se violenten la paz y la armonía en la comunidad”. Demandan respeto a sus garantías como indígenas: “Sólo con la autonomía de nuestros pueblos pueden volver la paz y la tranquilidad”.
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