La aspirante presidencial panista, Josefina Vázquez Mota.
Foto: Miguel Dimayuga
Foto: Miguel Dimayuga
Pero no paró ahí. La exsecretaria de Educación Pública también habló de la necesidad de eliminar trabas y candados a los sectores productivos, asunto que el Ejecutivo ha presumido como uno de sus principales logros de gobierno.
En una reunión con representantes de la Cámara de la Industria Textil y del Vestido, la candidata panista consideró que los principales enemigos de ese sector son el contrabando y la ilegalidad, pero excluyó de cualquier responsabilidad a los ciudadanos que trabajan en la informalidad, dado que el problema –sostuvo– está en las aduanas, que dependen de la Secretaría de Hacienda.
Según Vázquez Mota, la delincuencia empieza por lo cotidiano, en los hogares y las empresas, y termina en lo que designó como “historias de terror”.
Añadió:
“Es terrible vivir en un país donde la cultura de la legalidad es tan débil y vulnerable. Y todos tenemos que trabajar en eso. Vengo respetuosamente a sugerirles que esto tiene que empezar desde el hogar”.
La candidata panista puso el acento en su estrategia de “contraste”, que implica concentrar sus discursos de campaña en criticar a sus oponentes.
Así, por ejemplo, sostuvo que cuando la sociedad ve normal la ilegalidad, “no sorprende que haya exgobernadores acusados de lavado de dinero y complicidad con el crimen organizado”. Ello en clara referencia al exmandatario tamaulipeco, Tomás Yarrington Ruvalcaba, investigado en Estados Unidos por presuntamente aceptar sobornos de cárteles del narcotráfico.
Posteriormente, durante su participación en la reunión anual de Bancomer, expuso que si obtiene el triunfo en las elecciones del próximo 1 de julio quitará trabas y candados para que los sectores productivo y de servicios sean generadores de empleo.
La referencia es significativa, en virtud de que el propio presidente Felipe Calderón ha presumido en reiteradas ocasiones que su gobierno eliminó tramites para facilitar la instalación y el desarrollo de empresas.
La exsecretaria de Desarrollo Social también planteó hacer una revisión del sistema federalista para enfrentar los cacicazgos que establecen los gobernadores de los estados, a los que tildó de tlatoanis y cuyo número tazó en 30.
Más tarde, en Cancún, Quintana Roo, Josefina Vázquez Mota pidió a los padres de familia “no equivocarse” al emitir su voto el 1 de julio.
Las otras opciones, dijo, son lo mismo, “un partido con rostro nuevo, pero con mañas viejas”, y el otro autoritario, el que pacta con el crimen, el deshonesto, el populista, el de las crisis económicas.
Por ello, pidió a los electores que “cuando estén en la soledad de la urna, reflexionen a quién le encargarían a sus hijos, a esos que pactan con el crimen organizado o a quienes hemos vivido con honestidad”.
Asimismo, solicitó que cada persona convenza a 10 o 20 más para que voten por ella.
De gira por la entidad, donde encabezó un mitin en la Plaza de la Reforma, la candidata panista aseguró que ya ganó la presidencia de la República “porque los niños están de mi lado”.
Ante aproximadamente mil simpatizantes –entre quienes se colaron dos opositores, a quienes les fueron arrebatadas un par de pancartas en las que se leía: “Josefina: 12 años de inseguridad. 12 años de delincuencia, ¿qué más?” y “Josefina, no te queremos”–, Vázquez Mota ofreció a los infantes escuelas con alimentos preparados por sus madres y acceso a deportes como natación y atletismo, además de teatro.
A los jóvenes les prometió abrir 150 nuevas universidades con millón y medio de nuevos espacios y duplicar las becas de ocho millones a 16 millones, y “para todo estudiante de bachillerato una computadora con banda ancha”, dijo.
Y más: Ofreció apoyos para las madres solteras, lo que se logrará, dijo, con la concreción de la reforma laboral e impulsando la ley de paternidad responsable.
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