Alfredo Brena
Oaxaca de Juárez, 22 de agosto.
Calderón
quiere privatizar CFE, de hecho, ya lo hizo, además quiere aniquilar al
sindicato antes de dejar el poder. Igual que Zedillo, con la venta de
los Ferrocarriles Nacionales de México, y del mismo modo que Fox se
construyó su Centro de Estudios San Cristóbal... Calderón busca obtener
su botín de guerra.
Ahora
culpa al sindicato de CFE, o sea, igual que a los de Luz y Fuerza; a
quienes les robó la fibra óptica. Ahora tienen la culpa los obreros, los
sindicalizados, así el sindicato paga los platos rotos. Como lo de
Mexicana de Aviación cuyo trasfondo es el propósito de apoderarse de las
rutas de la aerolínea, que para variar, valen una millonada, o como a
los campesinos del Istmo de Tehuantepec, a quienes les ha robado sus
tierras para prácticamente regalárselas a las empresas españolas, con el
pretexto de los parques eólicos.
Indudablemente que Calderón va a
aparecer en los próximos años como accionista de las compañías
españolas, como se dice coloquialmente: ¡al tiempo!, Zedillo en la venta
de los Ferrocarriles Nacionales de México, se hizo socio de la Pacific
Railway.
¿Pero
cómo empezó esto de la CFE? López Mateos, en 1960, trató de compensar
su política anti popular con la nacionalización de la energía eléctrica.
Este acto no estuvo bañado del dramatismo de la expropiación del
petróleo, ya que en realidad se trató de una compra relativamente
tranquila. Desde décadas atrás la Mexlight y la American Foreign Power
querían subir tarifas con premeditación, alevosía y ventaja, y como por
lo general ningún gobierno lo permitió, las compañías de luz se negaron a
ampliar las redes de abastecimiento eléctrico. Esto motivó que el
gobierno creara la Comisión Federal de Electricidad, que empezó a
producir la energía que las empresas estadounidenses se negaban a
generar, así es que éstas consideraron atractivos los 400 millones de
dólares que ofreció el gobierno y cerraron el trato. Un año después la
energía eléctrica en su totalidad se hallaba en manos del estado
mexicano. Naturalmente el gobierno exprimió al máximo la nacionalización
y la festinó ruidosamente en todos los medios y en grandes letreros
luminosos en las avenidas de la Ciudad de México.
Pero,
ahí viene el pero... Desde 1992 se reformó la ley para permitir la
inversión privada en la generación y venta de electricidad. A partir del
año 2000 las empresas extranjeras comenzaron a vender energía a la CFE.
En el año 2006 se les compró a productores privados el 31 % de la
electricidad que se consume en el país.
Esta política afectó la
operación del sistema eléctrico mexicano, pero sobre todo a la parte
hidroeléctrica, específicamente al Grijalva, integrado por las presas:
Angostura, Chicoasen, Malpaso y Peñitas. Para hablar claro: se tuvo que
subutilizar las hidroeléctricas para "necesitar" comprarles energía
eléctrica a los productores privados.
Hasta
antes del año 2000 la generación de las hidroeléctricas fue en aumento.
Pero a partir del gobierno de Fox y hasta 2007 las hidroeléctricas
bajaron su producción en un 32 %, para beneficiar a los privados (este
porcentaje, hoy en día, es mayor), en ese periodo la presa Peñitas bajó
su generación en 66 % y, en cambio, las empresas extranjeras
crecieron.
En el programa de obras e inversiones del sector eléctrico
2007- 2016 se advierte que ésta política privatizadora incrementa los
costos del servicio público de electricidad, y obliga a las
hidroeléctricas a operar por debajo de los niveles de seguridad,
poniendo en riesgo a la población, por las inundaciones. O sea: no se
turbina lo suficiente, teniendo la capacidad, porque hay que comprarle
energía eléctrica a los particulares. ¡Tenemos subutilizadas la
hidroeléctricas! y las presas llenas, pero no se turbina lo suficiente
porque existe la traición a la patria de comprarles energía eléctrica a
las empresas particulares.
El
Centro Nacional de Control de Energía de la CFE, es el organismo que
decide que plantas de electricidad producen y cuales deben apagarse.
Esta política privatizadora ha dado lugar a un manejo irresponsable en
la operación de las presas hidroeléctricas del río Grijalva, incluida la
presa Peñitas que fue la causa fundamental de la inundación en Tabasco
en el 2007. Donde a lo largo de ese año, y hasta octubre, la presa
estuvo funcionando a un 30 % de su capacidad. Y lo realmente grave
sucedió cuando se combinaron lluvias torrenciales con el mal manejo de
la presa. Teniendo que abrir las compuertas de súbito, para evitar el
colapso de la cortina, pero inundando la ciudad de Villahermosa.
Este
13 de agosto en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Con el respaldo del
gobernador Juan Sabines Guerrero, funcionarios estatales, diputados
locales y alcaldes, así como líderes de organizaciones sociales y de
cámaras, iniciaron una rebelión en contra de la Comisión Federal de
Electricidad (CFE) por las altas tarifas que cobra en el consumo de
energía eléctrica.
Las
prestaciones de las que goza el sindicato de trabajadores de la
Comisión Federal de Electricidad (CFE) no le piden nada a las de la
extinta Luz y Fuerza del Centro (L y F). Esto argumenta la CFE y esgrime
información obtenida a través del Instituto Federal de Acceso a la
Información Pública (IFAI). El Sindicato Único de Trabajadores
Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), que pertenece a la CFE,
obtiene anualmente 343.2 millones de pesos, entre cuotas sindicales y
beneficios alcanzados contractualmente, de los cuales son 157 millones
de pesos anuales, sólo por concepto de cuotas sindicales, pero se
desconoce el destino final y los bancos en que se efectúan los
depósitos, "toda vez que la Ley Federal del Trabajo le impide intervenir
en asuntos sindicales.
En
el 70 aniversario de la Comisión Federal de Electricidad la dirigencia
del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República
Mexicana, el SUTERM, desairó a Felipe Calderón, argumentando muy poca
atención del gobierno federal al gremio. El viernes 10 de agosto el
líder nacional del SUTERM anunció a los trabajadores su retiro y la
posible desaparición de CFE por corrupción extrema.
Dejaremos
el análisis de la corrupción del sindicato de CFE para próximas
entregas. Pero para hablar claro y liso: no dilata en que "le carguen el
muerto" al sindicato por las altas tarifas y toda la problemática de
CFE. Hace unos meses Ricardo Salinas Pliego creó un parque eólico en
Arriaga, Chiapas; esta empresa está lista para suministrar electricidad,
pero claro, hay que hacer improductiva primeramente a CFE, y quién
mejor que el sindicato para que "paguen los platos rotos". Además, la
empresa con "clase mundial", le ha dado mucho vuelo en los últimos años
al slogan de "energía limpia", para publicitar a los parques eólicos de
los particulares, siendo que las hidroeléctricas, no contaminan en
absoluto, y que es una traición a la patria, subutilizar esa capacidad
de producción instalada; para que los particulares puedan amortizar su
inversión y compartir ganancias con los políticos corruptos.
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