Integrantes de #YoSoy132-Académicos Francia ante la tumba de Carlos Fuentes.
Foto: Especial.
Foto: Especial.
PARIS
(proceso.com.mx).- Llegaron juntos al cementerio de Montparnasse, todos
vestidos de negro: camisas y pantalones negros los hombres, faldas y
blusas negras las mujeres, una que otra bufanda negra, unos que otros
lentes oscuros.
Formaron un círculo alrededor de la tumba, aún
simbólica, de Carlos Fuentes en el panteón donde reposan sus amigos
Julio Cortázar y Susan Sontag; Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir,
los filósofos que tanto admiraba; los poetas Charles Baudelaire, César
Vallejo y Tristan Tzara; los dramaturgos y escritores Eugène Ionesco y
Samuel Beckett; el dictador Porfirio Díaz, el tenebroso pintor
simbolista mexicano Julio Ruelas o María Montez, glamorosa actriz
dominicana.
Se recogieron, silenciosos, mirando la blanca losa
sepulcral, elegante y sobria, en la que figuran sólo la fecha de
nacimiento del escritor y de su viuda, Silvia Lemus y los nombres de
Carlos y Natasha, sus hijos nacidos respectivamente en 1975 y 1974 y
fallecidos en 1999 y 2005.
No eran más que 25 personas, condición
impuesta por el cementerio para permitir que celebraran su ceremonia de
Cien Días sin Carlos Fuentes.
Con la mayor naturalidad del mundo,
Mariana empezó a platicar con Carlos Fuentes a nombre de todos: le
anunció el nacimiento oficial de #YoSoy132-Académicos Francia,
precisándole su relación con #YoSoy132 Francia, creado a principios del
pasado mes de junio:
“No pretendemos enseñarles nada a los jóvenes
que han dado con muchísimo valor la cara en defensa de la libertad de y
la democracia, antes bien, para reaprender con ellos el ejercicio de
las libertades y para reforzar en número una lucha vital”.
Después Mario tomó la palabra. Le dijo a Fuentes:
“Sí
Carlos, el regreso de la bestia que tú consideraste como imposible
pretende cebarse una vez más sobre nuestro pueblo. Sin embargo, hoy ya
no le tememos, hoy el pueblo de México ha despertado y haremos todo para
despertar a los que siguen en los brazos de Morfeo.
“Hoy 25 de
agosto de 2012 venimos a hablarle a tu alma, a tu esencia, para
agradecerte por esa gran escritura que forma parte de las tantas guías
intelectuales que nos ayudan día tras día. Y al mismo tiempo que te
ofrecemos esa ceremonia como un reconocimiento a tu literatura, por ser
uno de los tantos remedios que han alimentado nuestra conciencia, al que
el PRI tanto temía, y contra la cual siempre luchó para mantenernos en
las tiniebalas, también venimos a exponerte nuestras tribulaciones”.
Una leve brisa acarició la tumba, el sol se escondió unos instantes detrás de las nubes y Mario siguió explicándole a Fuentes:
“Hoy
quiere consumarse un hecho atroz: imponer en el gobierno de México a un
incompetente e iletrado. Como tú, no pretendemos que todos los
políticos hayan leído a Platón y analizado la Suma Teológica de Santo
Tomás. Sin embargo, lo mínimo que podemos exigir, como tú lo señalaste,
es que sean inteligentes, que entiendan la realidad del país, que
entiendan lo que está pasando, que estén informados y comprendan al
mundo. Y esto es justo lo que no es ni sabe hacer el hombre que
pretenden elevar al puesto más importante de nuestro país”.
A la distancia, una vigilante uniformada del cementerio observaba la escena con suma discreción.
“Enrique
Peña Nieto pudo no haberte leído, continuó Mario. Tú mismo lo excusaste
por ello, pero como tan inteligentemente añadiste: lo que no tiene
derecho es a ser presidente de México a partir de la ignorancia”.
“Sí
Carlos, nos oponemos a la ignorancia sumada a la arrogancia con la que
se pretende avasallar la voluntad popular, pasando por encima del voto
ciudadano y esa oposición es lo que nos trae hoy hasta tu última
morada”.
La voz de Mario se tensó:
“Necesitamos que estés
junto a nosotros en esa última lucha, en esta última gran batalla que
muchísimos mexicanos han emprendido en defensa de la justicia y la
democracia. El dinosaurio ha vuelto a la vida, pero sus presas ya no le
temen”.
Concluyó: “Querido Carlos (…) te pedimos que escuches
nuestras voces que hacen un reconocimiento a tu labor intelectual, pero
que son sobre todo un grito de hartazgo en contra de todas las prácticas
corruptas de la política nacional”.
Al unísono, los presentes contestaron: “¡Contra la ignorancia, por la democracia!”.
Todos llevaban en la mano una rosa blanca y una larga tira de papel en la que habían copiado una cita de Carlos Fuentes.
Uno tras otro se acercaron a la tumba y leyeron:
“No existe la libertad, sino la búsqueda de la libertad, y esa búsqueda es la que nos hace libres”.
“Vi lo que es el poder: una mirada de tigre que te hace bajar los ojos y sentir miedo y vergüenza”.
“Te
ponen en el pecho la banda tricolor, te sientas en la Silla del Águila
y ¡vámonos! Es como si te hubieras subido a la montaña rusa, te sueltan…
y haces una mueca que se vuelve tu máscara”.
“Un gran artista no invita sólo a mirar sino a imaginar…”.
“No tener más sino ser más”.
Después
de leer su frase, cada uno colocaba la cinta de papel y la rosa sobre
la tumba mientras sus compañeros consignaban: “¡Contra la ignorancia,
por la democracia!”.
Asombrada por el ritual, la vigilante del
panteón se aproximó y confesó su asombro a la corresponsal cuando
observó la escena siguiente:
De la nada surgieron libros de Juan
Rulfo, Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa,
Octavio Paz, Fernando del Paso… En unos pocos segundos cada integrante
de #YoSoy132-Académicos Francia empezó a leer en voz alta el libro que
tenía en las manos. Poco a poco se mezclaron voces y palabras en un coro
insólito y estremecedor.
Alguien prendió veladoras colocadas
sobre la tumba, entre las rosas. Las llamitas empezaron a bailar al
ritmo de las páginas leídas. El tiempo se estancó. La brisa se hizo más
suave y con suma delicadeza se llevaron por todo el panteón los
fantasmas de Pedro Páramo, Cien años de soledad, Artemio Cruz, La Maga, Palinuro de Mexico.
Volvió
el silencio. Se apagaron las velas. Desaparecieron los libros y se
fueron las mexicanas y los mexicanos vestidos de negro.
Para estos
historiadores, economistas, lingüistas, cineastas, fotógrafos,
matemáticos, científicos radicados en París, algunos desde hace varios
años y que acaban de crear #YoSoy132-Academicos Francia, integrarse a la
resistencia contra Enrique Peña Nieto, con sus propias formas de lucha y
a miles de kilómetros de su tierra natal, es algo capital.
Gracias
a las redes sociales se sienten estrechamente conectados con sus
compañeros mexicanos. Todavía sus actos simbólicos no llaman la atención
de los grandes medios masivos de comunicación galos. Pero empiezan a
tener eco.
La prensa francesa está consciente de la gravedad de la
situación mexicana. Prueba de ello, fue un editorial implacabale
publicado en primera plana de la edición del pasado jueves 23 en Le Monde,
titulado “Mexico espiral de la barbarie”, en la que el vespertino no
vaciló en afirmar: “Esa auténtica hecatombe constituye, y de lejos, el
conflicto más mortífero del planeta en los últimos años.
Y subrayó:
“Semejante
espiral de barbarie sanciona el terrible fracaso de la estrategia
‘militar’ llevada a cabo desde hace seis años por Felipe Calderón”.
Concluyó:
“Es
bastante dudoso que la elección de Enrique Peña Nieto pueda cambiar
gran cosa: sella el regreso del Partido Revolucionario Institucional,
que dominó la vida política del país durante décadas, en un ámbito de
corrupción y complacencia con los narcotraficantes”.
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