Edgar Valdez Villarreal, La Barbie.
Foto: Miguel Dimayuga.
Foto: Miguel Dimayuga.
El general Mario Arturo Acosta Chaparro, asesinado en abril de 2012, fungió como intermediario entre el gobierno federal y los líderes de las organizaciones criminales, precisó “La Barbie”.
Según una carta enviada por Valdez Villarreal al periódico Reforma, él se negó a participar en dicho acuerdo y, en venganza, Calderón ordenó su ejecución en agosto de 2010:
“Mi detención fue el resultado de una persecución política por parte del C. Felipe Calderón Hinojosa quien instauró un acosamiento en contra de mi persona por la razón de que el suscrito se negó a formar parte del acuerdo que el señor Calderón Hinojosa deseaba tener con todos los grupos de delincuencia organizada para lo cual él personalmente realizó varias juntas para tener pláticas con grupos de delincuencia organizada”.
Refiere que la Policía Federal tenía la orden de asesinarlo y los agentes intentaron armar un montaje en torno al operativo:
“En realidad tenían la instrucción de matarme tan es así que al momento de mi detención, la cual se realizó en el domicilio que salió en los medios de comunicación y en lugar en el que me encontraba solo, dicen que ese día no se reportaron balazos, pero la verdad sí hubo.
“Un policía federal que fue quien me trasladó hasta este lugar en el que actualmente me encuentro, me instaba a que corriera para poderme disparar, y así poder decir que al repeler el ataque me habrían matado”.
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