Siguen debate desde el Zócalo.
Foto: Octavio Gómez
Foto: Octavio Gómez
Las consignas fueron las mismas que han dado fuerza al movimiento. “TV: arma de destrucción masiva”; “Peña: la televisión es tuya, la calles son nuestras”; “Ni porros ni acarreados, solamente indignados”, “Televisa, dictador de la información”, entre tantas, que versan sobre la complicidad de los consorcios televisivos y el candidato del PRI, como punto central de protesta.
También se acordaron de Elba Esther Gordillo y de Felipe calderón. Ecos de: “Elba Esther, Elba Esther, tú también vas a caer” y “Juicio a Calderón”, retumbaron en el viento.
Firmes sus pasos, avanzaron lentamente al Zócalo. En los hombros y su mirada, los jóvenes llevaban la carga emotiva de la marcha con que iniciaron una larga jornada, con la marcha “Anti Peña”, que juntó casi cien mil almas.
Para las ocho de la noche, hora pautada para la disputa entre candidatos, ya se encontraban cerca de mil personas, sentadas en una esquina de la plancha del Zócalo, alrededor de una pantalla de 4×3 y dos bocinas, colocadas para difundir el encuentro que albergó Guadalajara.
El montaje desmerecía junto a un colosal escenario, lleno de luces y pantallas gigantes (que no transmitieron el debate), que el Gobierno del Distrito Federal dispuso para el concierto gratuito que ofrecerá el día de mañana, protagonizado por la estrella juvenil canadiense Justin Bieber, y por el cual ya esperaban, hacia dos noches, cientos de muchachas.
A la primera aparición del candidato de las izquierdas,
se rompió el silencio con el grito de “Obrador”. Para Peña Nieto y
Vázquez Mota, el repudio. A Gabriel Quadri, nada.
Diecisiete
minutos después de las 8, empezado el debate, apareció el contingente de
estudiantes por la calle 5 de Mayo. De las masas que inundaron la
ciudad unas horas antes, no más de 4 mil jóvenes se congregaron.Cada vez que intervino la candidata del partido oficial, josefina Vázquez Mota, y el contendiente ligado con Televisa, Enrique Peña, sus palabras se diluyeron entre insultos, los reclamos y la indignación.
El punto más álgido de la noche llegó cuando la pantalla que proyectaba el debate, a las 20 horas con veintiséis minutos, perdió la señal y se fue a negros, mientras hablaba López Obrador. Un minuto después, se restableció la señal, ya con Gabriel Quadri al habla. Insultos y suspicacia.
De ahí en más, la concurrencia fue un termómetro del vacío que se transmitía desde Guadalajara.
Desencantada, a cada minuto descendía el ánimo de la concurrencia. No hubo palabras en todo el debate que hicieran cimbrar.
En el Zócalo de la ciudad de México el candidato más apoyado fue, sin duda, Andrés Manuel López Obrador. Ganador, no se encontró.
El
movimiento #YoSoy132 espera su propio debate, el martes 19 de junio.
Ahí, las preguntas serán de ellos. Están todos invitados a la fiesta, a
la que sólo Enrique Peña Nieto, se negó.
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