Fuente: http://contralinea.info
Dos instituciones encargadas de la seguridad nacional fueron
utilizadas contra el Sindicato Mexicano de Electricistas durante el
sexenio pasado: la Sedena y el Cisen. La primera envió soldados
–disfrazados de policías– a las instalaciones de la entonces paraestatal
Luz y Fuerza del Centro para desalojar a los trabajadores. Entre las
misiones ordenadas a la tropa destacan fingirse policías o civiles y
contener los “ataques”, “sabotajes” o acciones “terroristas” de los
“transgresores de la ley”. Además, supuestos agentes del organismo de
inteligencia civil infiltraron el movimiento no sólo para monitorearlo,
sino para generar violencia y desprestigio. De todo da cuenta un
expediente entregado por los electricistas a la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos. “Ilegal”, el uso de las instituciones de seguridad
nacional contra movimientos sociales, señala integrante de la Comisión
Bicameral de Seguridad Nacional
Un expediente en la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), abierto por el Sindicato
Mexicano de Electricistas (SME), documenta la utilización de
instituciones de seguridad nacional del Estado mexicano para reprimir al
movimiento obrero: la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).
De acuerdo con los documentos recabados
por el SME y presentados ante el organismo internacional, tropas del
Ejército Mexicano y agentes del Cisen fueron utilizados durante el
sexenio de Felipe Calderón para despojarlos de su fuente de trabajo y,
luego, para reprimir, desprestigiar y extinguir el movimiento.
En el documento, con el que los
electricistas buscan probar en tribunales internacionales la ilegalidad
de la extinción de la paraestatal Luz y Fuerza del Centro, se integra
una copia de un expediente abierto en tribunales militares mexicanos
contra un efectivo del Ejército que se negó a disfrazarse de policía
para ocupar las instalaciones eléctricas. También evidencian el acoso de
“infiltrados de la Secretaría de Gobernación” que buscaban no sólo
recabar información de las acciones que tomarían los trabajadores, sino
de sabotear y desprestigiar a la organización gremial.
Tropa militar disfrazada de policía
El
expediente abierto en tribunales militares da cuenta de la utilización
de tropas del Ejército Mexicano para expulsar de su lugar de trabajo a
los integrantes del SME. En los documentos –de los cuales Contralínea
posee copia– se asienta que efectivos de la 37 Zona Militar fueron
disfrazados de policías e, incluso, se les dio la orden de apostarse en
posición de tiro ante las manifestaciones (“ataques”) que pudieran
suscitarse.
La irrupción de los militares en
instalaciones de la entonces paraestatal Luz y Fuerza del Centro ocurrió
alrededor de las 23:00 horas del 10 de octubre de 2009. El gobierno de
Felipe Calderón ejecutaba la extinción de la empresa fundada en 1903 y
para ello echaba mano, oficialmente, de la Policía Federal para que
tomara todas las instalaciones eléctricas de la región centro del país.
Sin embargo, partes militares, pliegos de consignas y oficios –todos
documentos internos de la Sedena– señalan que fueron tropas, materiales y
vehículos del Ejército Mexicano los que ejecutaron la toma de las
instalaciones.
El caso que se documenta en tribunales
militares es el de la Subestación Eléctrica San Bartolo, ubicada en
Tizayuca, Hidalgo. Hasta la fecha, la versión oficial ha señalado que
fueron policías los que tomaron las instalaciones. Durante los últimos 3
años del sexenio de Felipe Calderón, las autoridades aseguraron que los
efectivos castrenses sólo se utilizaron contra el crimen organizado y
que no se emplearon en el cierre de la paraestatal Luz y Fuerza. Sin
embargo, documentos oficiales señalan que en las instalaciones de San
Bartolo se estableció un destacamento de seguridad militar e incluso una
“base de operaciones”.