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H. E. Cavazos Arózqueta @HECavazosA mar 26 feb 2013
Fiel
a las enseñanzas de quien aseguran es su padrino, Enrique Peña Nieto,
al igual que Salinas de Gortari, acaba de catapultarse hacia la
legitimación
Extinta
la deuda que existía entre la anterior administración y Elba Esther
Gordillo, el actual Gobierno Federal comenzó a expropiarle
paulatinamente a 'la Maestra' las vías por los cuales detentaba un poder
desmesurado. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación,
luego de otorgarle al ex presidente Felipe Calderón la titularidad del
Ejecutivo de la Federación mediante la participación activa en el fraude
electoral de 2006, devino en poder fáctico durante todo el último
sexenio panista. A causa de esto, la educación en México se mantuvo
anquilosada en el rezago en que se encontraba desde hacia décadas
afectando el presente y porvenir de millones, así como el del país. Todo
gracias a que nuestro pasado mandatario nacional acabó por convertirse
en deudor de la lideresa del SNTE, nefasta y corrupta figura pública.
Confiada en el control que
ejercía sobre Calderón, la líder del magisterio de maestros comenzó a
conducirse bajo el amparo de la impunidad predominante que velaba por
sus intereses de manera cínica y desvergonzada. Su influencia abarcó
desde la SEP, en específico la subsecretaria de Educación Básica, donde
despachaba su yerno, hasta la Lotería Nacional, pasando por Los Pinos y
Palacio Nacional. Era tal la desfachatez con la que se las gastaba
Gordillo, que acabó por convertirse en el personaje más repudiado de la
República. Pero así como se incrementaban sus negativos, sucedía lo
propio con su dominio sobre los aconteceres políticos del país. Durante 6
años acumuló el poder suficiente para que se le considerará como la
mujer más poderosa de Latinoamérica; y esto la llevó a sentirse
invencible. Qué equivocada estaba.
Como se dijo al principio,
el Gobierno Federal en funciones, desde la Secretaría de Educación
Pública, no tardó en arrebatarle a Elba Esther los medios por los cuales
detentaba su poderío. En parte porque resultaba necesario hacerlo, en
parte porque era tal el desprestigio de la señora, que destituirla podía
significar un paso agigantado hacia la legitimación anhelada del nuevo
presidente; y por ello no fuimos pocos los que desde mediados de enero
pronosticamos un nuevo 'quinazo'. Acertamos. Hoy anunció el Procurador
de la República que la presidenta del SNTE fue detenida por desvíos de
aproximadamente 2 mil 600 millones de pesos del sindicato en cuestión.
El 'gordillazo' acabó siendo una realidad. Falta saber si se trata de
una acción definitiva o una simple llamada de atención. Lo que resulta
indudable es que la detención que aquí se trata materializa un claro
mensaje del PRI-gobierno hacia los poderes fácticos: no quieran pasarse
de listos.
Fiel a las enseñanzas de
quien aseguran es su padrino, Enrique Peña Nieto, al igual que Salinas
de Gortari, acaba de catapultarse hacia la legitimación. Además es muy
probable que con este golpe acabe por quedarse con el control del
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
En mi opinión, lo sucedido
esta tarde fue una jugada que tiene mucho más que ver con política que
con justicia. Si los millones de maestros afiliados al multicitado
sindicato pasan a ser peones del PRI, podrían acabar encarnando piezas
electorales de una suma eficacia e importancia en el tablero de la
política mexicana; hipótesis que no resulta descabellada si se toma en
cuenta la enorme avidez del Revolucionario Institucional por ocupar los
gobiernos de las 32 entidades federativas del país. Es decir, la
maquinaria electoral priísta acaba de hacerse probablemente de un nuevo
aparato arrollador. Y sálvese quien pueda.
¿Mensaje o estrategia? ¿O ambas?
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